WASHINGTON (AP) — En una jornada tanto de política como de fanfarria, el presidente Barack Obama y la Canciller alemana Angela Merkel elogiaron el martes la relación entre sus países como un pilar de los esfuerzos para promover la paz y la prosperidad mundial.

El presidente recibió a Merkel en la Casa Blanca en un día caluroso y húmedo. Decenas de niños con banderas de Estados Unidos y Alemania estuvieron entre los espectadores aglomerados en el Jardín Sur para la ceremonia de bienvenida.

Posteriormente, en una conferencia de prensa, Obama dijo que Alemania y otros países europeos necesitan actuar en conjunto para ayudar a Grecia a estabilizar su economía, e indicó que a él le preocupa que una posible moratoria de pagos de Atenas pudiera tener implicaciones desastrosas para la economía de Estados Unidos.

El crecimiento económico de los estadounidenses depende de una solución sensible a los problemas griegos, afirmó el mandatario. «Creemos que para nosotros sería desastroso ver una espiral fuera de control y una moratoria de pagos en Europa porque eso podría desatar toda una serie de eventos adicionales», agregó.

Merkel hizo notar también el vínculo entre las economías europeas y la de Estados Unidos. «A lo largo de la crisis financiera y económica global, hemos visto lo interdependientes que somos», señaló. «Así, vemos claramente nuestra responsabilidad con Europa. Y estamos respaldando esa responsabilidad junto con el FMI». Ambos líderes también tocaron el tema de las campañas militares encabezadas por la OTAN en Afganistán y Libia, y hablaron sobre Irán.

Obama buscó poner punto final a cualquier insinuación de que su relación con Merkel enfrentaba tensiones, elogiando el «enfoque pragmático» de la canciller en problemas complejos, y diciendo que era «simplemente divertido trabajar juntos». Merkel también dijo que la relación era cercana, aunque reconoció que «en ocasiones puede haber diferencias de opinión».

Obama dijo que la visita de Merkel reafirma los lazos «indispensables» entre Washington y Berlín. «Alemania, en el corazón de Europa, es uno de nuestros más fuertes aliados», afirmó Obama. «Y la Canciller Merkel es unos de mis socios globales más cercanos».

Merkel recordó que Obama, cuando era candidato a la presidencia, le habló a una multitud de mas de 200.000 personas en Berlín y proclamó que Estados Unidos no tenía mejor aliado que Europa. «Ahora me toca a mí», dijo Merkel. «Europa y Alemania no tienen mejor aliado que Estados Unidos», agregó.

Es la sexta visita de Merkel a territorio estadounidense desde que Obama asumió el poder. Por la noche, Obama le ofrecerá a Merkel una cena formal de gran pompa en la que le concederá la Medalla Presidencial de la Libertad, un gesto destinado a impulsar una relación entre ambos mandatarios, que es considerada cordial pero no cercana.