Obama y primer ministro paquistaní se reúnen en la Casa Blanca

Obama y primer ministro paquistaní se reúnen en la Casa Blanca

El presidente Barack Obama y el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif resaltaron el jueves lo positivo de su turbulenta alianza, durante una reunión en la Casa Blanca opacada por desacuerdos en materia de seguridad.
Entre sonrisas y apretones de mano, Obama le dio la bienvenida a Sharif a la Casa Blanca y clamó por una «relación de largo aliento» entre Estados Unidos y Pakistán.

«Trabajamos y cooperamos en muchos temas, no sólo en materia de seguridad, pero también en asuntos económicos, científicos y educacionales», dijo Obama al inicio de la reunión.

Pero a puertas cerradas, los funcionarios dijeron que la preocupación por la seguridad a largo plazo será lo dominante.
Los vínculos de Islamabad con los talibanes afganos, el apoyo a los grupos terroristas que apuntan a India y Estados Unidos y el creciente arsenal nuclear paquistaní son para Washington un enorme dolor de cabeza en materia de seguridad La relación entre Estados Unidos e Islamabad, basada en una interdependencia y sazonada por la mutua desconfianza, ha sido turbulenta.

La relación cayó en una profunda crisis cuando se descubrió que el líder de los ataques del 11 de setiembre de 2001, Osama bin Laden, vivía acuartelado en una ciudad paquistaní. A pesar de los esfuerzos de Sharif por componer la relación, funcionarios estadounidenses ven pocos cambios en la actitud de los poderosos servicios de seguridad paquistaníes.
En señal de ese poder, la visita de Sharif estará seguida por la llegada a Estados Unidos de Rizwan Akhtar, el jefe de los servicios de inteligencia de Pakistán, y luego la del jefe del Estado Mayor del Ejército Raheel Sharif.

«Estados Unidos simplemente perdió la paciencia luego de muchos años de proveer armas y dinero a los militares paquistaníes, los paquistaníes simplemente no han hecho lo que Estados Unidos les pidió repetidamente en términos de aplicar mano dura a los militantes», dijo Michael Kugelman del Centro Woodrow Wilson.

Pero Pakistán sigue siendo un jugador central en la región. Estados Unidos lo considera como uno de los pocos con influencia sobre los extremistas, y los analistas dicen que Washington usará esta visita de cuatro días para pedir al primer ministro Sharif que siga intentando una nueva ronda de conversaciones.
Los expertos sostienen que el nuevo líder talibán Akhtar Mansur tiene fuertes lazos con Pakistán.

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