Obesidad, Amet y cirugía cerebral

Obesidad, Amet y cirugía cerebral

Eusebio Rivera Almodóvar

Analizando por qué muchos obesos fracasan con todos los métodos para reducir su peso, incluyendo cirugías, una apreciada colega concluyó nuestra conversación con la frase “lo que necesitan es operarse el cerebro, porque ahí es donde radica su problema” y esa expresión llegó a mi memoria mientras sufría la odiosa, tediosa y estresante espera para que un agente de Amet (ahora Digesett) con un semáforo en perfectas condiciones, diera paso a la larguísima fila de vehículos en que yo estaba.

En el ínterin, me dediqué a contar las siete (7) veces que el semáforo cambió a nuestro favor y el agente daba paso a las hileras de vehículos perpendiculares a la nuestra y pensé cómo podría explicarse que él diera paso siete veces de norte a sur y viceversa sin darse cuenta del monstruoso tapón que tenía formado en nuestra dirección, siendo incapaz de asumir que, si el tapón involucra a los cuatro puntos cardinales de la vía, el alivio o paso alterno debía ser igual para todos, primero unos y después los otros.

Pero su uniforme y formación técnica son como las dietas y cirugías para los obesos que fracasan en sus afanes por disminuir de peso: necesita un cambio de cerebro y no es posible que eso pueda hacerse sin expertos que modifiquen el cerebro sin craneotomías o con un proceso de selección más cuidadosa y metódica de agentes con sentido común, ya que mi propuesta de semáforos inteligentes luce como una utopía más de las numerosas que tenemos por delante con un desorden económico, político, social, cultural y medioambiental que tomará mucho tiempo y férrea voluntad popular para corregir.

Los agentes de tránsito necesitan un cambio de cerebro

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