Por Dra. Altagracia Páez/Pediatra-Nutrióloga @altagraciapucsd

La obesidad infantil es uno de los problemas mas graves de salud pública del siglo XXI en el mundo. Debido a la pandemia -COVID 19 – este problema ha aumentado en el último año. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en el 2016 había más de 41 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso u obesidad mundialmente.  El número de niños y adolescentes entre los 5 y 19 años que presentan obesidad se ha multiplicado por 10 en los últimos cuatro decenios, aumentando así enfermedades asociadas como son diabetes, hipertensión, pubertad precoz, hiperlipidemia, hígado graso o esteatosis hepática. 

La OMS define a la obesidad infantil como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede perjudicar la salud en lactantes y niños que están creciendo y se mide según los patrones de crecimiento infantil:

•          Talla/estatura para la edad

•          Peso para la edad.

•          Peso para la talla.

 •         Peso para la estatura.

•          Índice de masa corporal para la edad.

Factores de riesgo

Alimentación: comer con regularidad alimentos con muchas calorías – comida rápida, bebidas azucaradas, productos repostería, alimentos altos en grasa.

Falta de ejercicio: pasar demasiado tiempo en actividades sedentarias – mirar televisión o jugar videojuegos, alimentarse en la cama.

Factores familiares: familia con sobrepeso tiene más probabilidades de tener hijos con sobrepeso u obesos.

Factores psicológicos: el estrés personal, parental y familiar puede aumentar el riesgo de padecer obesidad. Algunos niños comen de más para afrontar problemas, canalizar sus emociones o combatir el aburrimiento.

Prevención

Existen estrategias para combatir el aumento excesivo de peso y deben implementarse desde el nacimiento y a medida que van creciendo:

1. Lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes y hasta los 2 años de edad con alimentación complementaria.
2. Iniciar alimentación complementaria del cuarto al sexto mes, ni antes ni después, ofreciendo alimentos saludables varias veces y sin agregarle sal, azúcar o miel.
3. No usar los alimentos como recompensas. Prometer dulces por el buen comportamiento es una mala idea.
4. Fomentar la actividad física y menos tiempo frente a pantallas en todas las etapas.
5. Dormir lo suficiente: al dormir menos los niños tienen mayor posibilidad de ingerir alimentos de mas y fuera del horario de comida.

Si su hijo/a presenta sobrepeso u obesidad es importante buscar orientación de un profesional en el área.  Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com/@sodonuclim.