Obispo afirma complicidad aúpa corrupción y delincuencia

Obispo afirma complicidad aúpa corrupción y delincuencia

SANTIAGO. El obispo de la Diócesis de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa  y Carpio, afirmó que la  delincuencia es propiciada por la corrupción y que para que exista debe haber  complicidad de autoridades, empresarios y periodistas.

“La delincuencia es  un mal  difícil de  arrancar,  es como un ejército que  hay que enfrentar,  es una guerra porque   atacan fuertemente por todas partes”, observó.

Llamó  a enfrentar  esos  flagelos que hoy día “nos están invadiendo y perturbando la paz que  hemos ganado con mucha honra”.

Expuso que la inseguridad es producto también de inescrupulosos que se venden por dinero.

Dijo que es inevitable tener miedo, pero que es necesario vencerlo para poder enfrentar y salir airosos en esta guerra contra la delincuencia y la corrupción.

En la misa que ofició en la iglesia La Altagracia, De La Rosa  y Carpio dijo que las invasiones de  España, Haití y Francia  fueron enfrentadas   con gallardía y  honor, pero  que ahora las  grandes bandas de delincuentes  no dan tregua para vivir en   tranquilidad.

“Tenemos que enfrentar a la delincuencia. Eso no significa odiarlos  ni ensañarnos contra ellos porque son hermanos nuestros, pero tenemos que decirles que no estamos con sus acciones. Esa es una gran responsabilidad que tenemos, pero con la gracia de María, nuestra protectora, lo haremos  sin miedo”, aseguró.

Exhortó a las autoridades   a cumplir sin miedo su papel de  trabajar y buscar una solución que no deje odios ni rencores, pero que acabe con los delincuentes.

En devoción. Cientos de devotos de la Virgen de La Altagracia participaron  en el oficio religioso.

Antes, durante la celebración en las inmediaciones de la iglesia de La Altagracia solo se permitía la venta de accesorios alegóricos a la Virgen de la Altagracia; Sin embargo, este año las calles El Sol, General Cabrera  y la Luperón fueron tomadas por vendedores de ropas  y zapatos, que ocuparon el   espacio destinado para los fieles  escuchar la misa.

“Esto se  ha convertido en un gran centro de expendio de  mercancías, que no deberían permitirse”, dijo la devota  Juana Pérez.

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