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El obispo auxiliar de la Diócesis de Santo Domingo, monseñor Francisco Arnaiz, atacó desde el púlpito de la iglesia La Paz a los dominicanos que se creían personas íntegras y virtuosas y resultaron ser prevaricadores y ladrones empedernidos. Planteó la creación de una legislación para castigar los delitos políticos.
Arnaiz hizo una serie de críticas a los funcionarios públicos que utilizan los ministerios en su provecho personal y exhortó a los jueces a impartir una justicia con equidad.
Arnaiz acusó a los políticos de las crisis y rechazó que se las atribuyan a la falta de regulación.
Al pronunciar la homilía en la eucaristía de acción de gracias en la iglesia La Paz del Centro de Los Héroes, por la conmemoración del Día del Poder Judicial, el religioso aconsejó a los jueces actuar con sentido humano y ágil al momento de aplicar justicia.
Dijo que el juez puede equivocarse, pero debe tener en cuenta siempre los condicionamientos.
Con los jueces del pleno de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) sentados en los primeros bancos del templo, Arnaiz presentó los reclamos de justicia que tiene la sociedad: Que sea la justicia más pronta, correcta y eficaz.
Indicó que la justicia es tan importante, que históricamente los reyes se la reservaron para ellos.
Exhortó a los miembros de la Suprema Corte de Justicia a actuar dentro del poder que tienen. Sin justicia no hay amor, expresó.
Señaló que un pueblo civilizado se caracteriza por el buen funcionamiento de la justicia. Su homilía fue una especie de bochorno a los causantes de la injusticia y de la pobreza.
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Mensaje a jueces
El obispo auxiliar de Santo Domingo dijo a los jueces de la SCJ que tienen que ser conscientes de lo sensible que es la justicia. El problema de la justicia es el problema de la percepción humana y eso debe llevar a una profunda reflexión. Aprovechó la concurrencia a la misa de jueces, procuradores y fiscales de todo el país, para hacerles saber a quienes imparten justicia que tienen que ser capaces de hacer lo que deben.
