El obispo emérito de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Francisco José Arnáiz, deploró la falta de atención en el país a las necesidades de los trabajadores.
Atribuyó la omisión a los tres sectores: el Estado, las empresas y los sindicatos.
Lamentó que los gobiernos no se preocupen por construir viviendas para los trabajadores que habitan en casuchas de los cordones de miseria. Arnáiz pronunció una homilía en el 50 aniversario de la Confederación Autónoma Sindical Clasista
El obispo emérito de la Arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Francisco José Arnaiz, lamentó que el Gobierno, los empresarios y las centrales sindicales no hagan esfuerzos para promover una vida más digna y humana para los trabajadores.
El prelado censuró que que los gobiernos no se preocupen por construir viviendas para los trabajadores, quienes, según dijo, se ven obligados a vivir en la inmundicia en los llamados cordones de miseria.
Arnaiz hizo los señalamientos en la homilía de la misa de acción de gracias que ofició en la Catedral, con motivo del 50 aniversario de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC).
En el acto lamentó que que hombres y mujeres que dieron su vida trabajando, hoy día lamentablemente vivan de manera miserable en casuchas, porque los gremios, el Gobierno, ni los patronos se preocupan por facilitarles una vivienda digna para ellos y para sus hijos.
Consideró que los sindicatos deben ser reivindicadores y defensores de los derechos de los trabajadores, por lo cual el objetivo debe ser proponer y promover la dignificación de la clase obrera.
Sugirió a las centrales sindicales iniciar una campaña donde cada afiliado deje de tomar una cerveza o una botella de whisky, para crear un fondo que se destine a la construcción de viviendas.
Al mismo tiempo, exhortó a estas entidades a que impulsen un plan para mejorar las condiciones en que desenvuelven sus vidas los obreros que viven en casas destartaladas.
En otro orden, expresó su preocupación por la crisis económica, política, social y moral que en la actualidad afecta la humanidad y repercute, principalmente, en los sectores más pobres del país.
Gabriel del Río. El presidente de la CASC, Gabriel del Río Doñé, dijo que las centrales sindicales rechazan la modificación del Código Laboral si es para reducir los derechos de los trabajadores dominicanos.
Afirmó que acogerían una reforma que amplíe los beneficios de estos, pero jamás aceptaremos que se aumenten las horas laborales y se elimine la cesantía. Favoreció fijar, como existe en Venezuela, que la cesantía se acumule en un banco, lo que le sirve de ahorro y para préstamos.
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Sobre el Código
El presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista, Gabriel del Río Doñé, favoreció la modificación del Código Laboral para que se introduzca el salario familiar, que permitirá a los obreros devengar un salario de acuerdo al número de hijos, como en Colombia. No tiene sentido, de acuerdo con las afirmaciones del dirigente sindical, que se reduzca o aumente el horario de trabajo, como quieren los empleadores.