Obispo Arnaiz ve obligación parar caída del peso

Obispo Arnaiz ve obligación parar caída del peso

El obispo Francisco José Arnaiz afirmó ayer que el gobierno y la ciudadanía de una manera responsable están obligados a tomar todas las medidas necesarias para romper el círculo de devaluación del peso, la inflación y la recesión.

Asimismo señaló que es necesario de cara a la Nación y al mundo despejar toda duda sobre la celebración de elecciones limpias en su proceso y en su veredicto.

«Es necesario también despejar toda duda sobre unas elecciones impecables en su proceso y en su veredicto final. De cara a la nación y de cara al mundo», expresó Arnaiz en presencia del presidente Hipólito Mejía durante en el Te Deúm con motivo del Día de la Independencia.

A su juicio el amor a la Patria supone y exige la perfección progresiva de la convivencia humana a base de una producción creciente, de una distribución de la riqueza justa y equitativa entre todos y de unas relaciones progresivamente mas cálidas, profundas y pacíficas.

Monseñor Arnaiz en una homilía que pronuncio en el Te Deum celebrado en la Catedral Primada de América, con motivo del 160 Aniversario de la Independencia, dijo que solo dos poderosas fuerzas existen en el corazón humano: el amor de Dios hasta el sacrificio generoso de uno mismo y el amor a uno mismo hasta el desprecio de Dios y de los que nos rodean.

«En el trasfondo de nuestra reincidencia en los mismos delitos contra la Patria está nuestro alejamiento de Dios», agregó el prelado.

Sostuvo que el olvido del verdadero absoluto, que es Dios, hace que se absoluticen valores tan relativos, efímeros y veleidosos, como el poder, el tener y el gozar.

El olvido de la justicia insobornable de Dios fácilmente nos hace prevaricadores y corruptos, egoístas e insolidarios, insolventes y livianos, faltos de convicciones rectas y de actuaciones sanas», expresó el prelado.

Señaló que la patria la conforman un común origen e historia y un común destino labrado con el esfuerzo aunado de todos.

La Patria la conforma la convergencia de todos en unos comunes valores y altos ideales.

«Dios mismo inscribió el sentimiento de Patria en la naturaleza humana, al hacer al ser humano deudor de los que les rodean, responsable del destino común y solidario de los demás», agregó.

Monseñor Arnaiz afirmó que atentará siempre contra la Patria la falta de cohesión nacional, los enfrentamientos estériles, las desigualdades hirientes en las oportunidades fundamentales, el asalto de unos pocos a los bienes públicos de todos, la irresponsabilidad de los que dirigen los destinos de la Patria y la ausencia de dinamismo u creatividad en los que la integran, los intereses inconfesables y egoístas, la presencia escandalosa de una dilatada pobreza injusta y el abandono a su propia suerte de los desheredados de la fortuna.

Sostuvo que sin embargo han alentado siempre entre nosotros, a la Patria las virtudes de nuestro pueblo que le han hecho salir en su peores trances: su capacidad de reaccionar positivamente, su rebeldía a la injusticia y al atropello, su aguan te en la adversidad, su sentido del gozo en medio del sufrimiento y su espíritu compasivo y acogedor.

Dijo que el tanto gritar reclamar derechos nos ha hecho olvidar el exigirnos deberes ya que la genuina libertad surge de la difícil armonía entre ambas realidades. «Sin derechos fundamentales respetados y sin deberes rigurosamente cumplidos los que existe no es libertad sino una degradante esclavitud interna y externa. En la raíz de muchos de nuestros problemas está este fenómeno».

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