Hoy 
SANTIAGO. El obispo auxiliar de la Arquidiócesis, monseñor Valentín (Plinio) Reynoso Hidalgo, pidió al presidente Leonel Fernández y al Congreso Nacional que dispongan una reforma de la Policía Nacional, que incluya salarios dignos para los agentes y seguridad social para sus familias.
Reinoso se expresó en esos términos al encabezar la misa oficiada en la iglesia La Altagracia, de esta ciudad, para celebrar el 76 aniversario de la institución del orden.
«La opinión está dada; el obrero merece su salario y, por lo tanto, esperamos que tanto el Congreso como el presidente de la República tengan en cuenta esta situación de nuestros miembros policiales e ir mejorando poco a poco y gradualmente. Sabemos la situación de crisis que enfrenta el país, pero debemos mejorar, sobre todo los sueldos, para que se que correpondan con los esfuerzos que hacen por el bien de la nación», dijo monseñor Reinoso.
Sobre la corrupción dentro de la Policía, el prelado consideró que igual que en la vida civil, en esa institución existen personas que sobrepasan los límites, pero que en general, los agentes contribuyen a mantener la paz y el orden.
El director regional Cibao Central de la Policía Nacional, general de brigada Francisco Romer López, exhortó a la sociedad a brindar apoyo a la institución, porque, a su entender, tiene como único propósito ayudar a tener una nación cada día más justa y enriquecida en valores.
«Hoy es un gran día. Nuestro Dios nos ha dado la oportunidad de celebrar con gran júbilo, junto a todos ustedes, los 76 años de creación de nuestra gloriosa institución del orden, la Policía Nacional, institución que me enorgullece estar aquí dignamente representándola», expresó.
Resaltó que la Policía ha logrado formar a miles de jóvenes en valores y disciplinas, que han servido como ejemplo en la sociedad, lo que contribuye de una forma u otra al desarrollo social.
«Somos los hombres y mujeres que un día decidimos salir de nuestras casas para servir a la patria de una forma directa, dejando atrás gran parte de nuestros quehaceres y placeres acostumbrados, expresó el alto oficial policial.
