El obispo de la diócesis de La Altagracia, Jesús Castro Marte, felicitó la decisión del Papa Francisco de permitir que en la Iglesia Católica las mujeres ejerzan los ministerios de Lector y Acolitado, rompiendo la norma que estaba vigente desde la edad media y que limitaba a las feligreses a colaborar con los sacerdotes que ofician las eucaristías.

La decisión se agrega al Derecho Canónico de la iglesia y saca a la mujer de la marginación como ocurre, afirma el obispo, en Europa y los grupos conservadores como Opus Dei y los Legionarios de Cristo.

Esta medida sin precedente en la Iglesia Católica acepta que las mujeres puedan subir –por primera vez- al altar, y monseñor Jesús Castro se reconoce como el primer cura que hace referencia públicamente a este extraordinario avance.

“El Papa Francisco en su Motu Proprio Spiritu Domini, permite de forma oficial que las mujeres ejerzan los ministerios de Lector y Acolitado, un avance extraordinario del Papa, para la participación de las mujeres en la liturgia de la iglesia, excelente iniciativa”, dijo.
Expresó que esa era una lucha de la edad media. Ve esto como una victoria ante un hecho que nunca existía en la iglesia.

Estaba oficializada la labor de la mujer en el clero, pero indica que nunca se reconocía en las parroquias que subieran al altar. Solos los hombres podían realizar las funciones de lector y acólito. El lector de la iglesia puede proclamar la Palabra y el acólito ayuda al sacerdote durante la celebración de la misa.