Obispo critica decisión JCE

Obispo critica decisión JCE

SANTIAGO.- El obispo de la diócesis Mao-Montecristi, rechazó ayer la decisión de la JCE de anular las actas de nacimiento de los haitianos declarados como dominicanos hace 20 años y dijo esperar que esto «no sea una cortina de humo para desviar la atención de otros asuntos candentes en torno a los pasaportes oficiales o un motivo para atacar a sacerdotes extranjeros».

La declaración del obispo Tomás Abréu Herrera fue respondida por el presidente de la Junta Central Electoral, Luis Arias Núñez, quien rechazó que se pretenda desviar la atención del caso de las oficialías, mientras que el nuncio apostólico de Su Santidad, Timothy Broglio censuró que un representante de la Iglesia haya incurrido en falsedad, declarando como suyos hijos de origen haitiano pues, a su juicio, un sacerdote tiene que ser una persona honesta.

El obispo de Mao-Montecristi también defendió la actuación del sacerdote de origen haitiano Vigny Bellerive, a quien una comisión de la JCE acusa de haber declarado como suyos a más de 87 haitianos nacidos en República Dominicana.

Monseñor Abreú Herrera aseguró que el padre Bellerive laboraba en la parroquia de Esperanza y atendía los casos de haitianos que  laboraban en el desaparecido Ingenio Esperanza, donde existían muchos jóvenes y adolescentes que no habían podido ir a la escuela por carecer de acta de nacimiento y él trató de ayudarlos a obtener el documento para que pudieran educarse.

Dijo que como humanos los religiosos extranjeros podrán tener sus deficiencias, «pero han realizado y están realinzando una labor pastoral encomiable a favor de tantos hermanos haitianos y dominicanos víctimas de muchas injusticias y atropellos, amén de necesidades materiales y espirituales».

En un documento, monseñor Abreu Herrera advierte que le extraña que estén siendo cuestionadas las actas de nacimiento de haitianos nacidos en el país y que residían aquí por cuestiones de trabajo cuando aún siente el dolor de una sentencia internacional por negar el documento de nacimiento a dos niñas nacidas en República Dominicana.

Recordó que es un derecho internacional que todo ser humano tenga un nombre y una nacionalidad al nacer y se preguntó si aquí se está negando ese derecho.

«Nos duele y rechazamos de plano que se hayan anulado actas de nacimiento a personas nacidas aquí al cabo de 20 años, por razones puramente coyunturales», dijo el religioso.

El sacerdote se prestó a declarar esos niños en la oficialía de Mao y Esperanza, «y como residente legal en el país poseía todos sus documentos, pasaporte, residencia y cédula de identidad y electoral suyos».

En defensa del religioso Monseñor Abreú Herrera plantea que si la acción  caritativa del padre Bellerive hubiera sido illegal, el oficial del Estado Civil hubiera rechazado esas declaraciones y no lo hizo nunca.

«El padre Bellerive, desde el cierre del Ingenio Esperanza y llevados al Este los haitianos, obtuvo nuestro permiso para ir a Canadá a hacer estudios de grado en Teología y Derecho Canónico y desde entonces, hace cerca de 20 años, está fuera del país», afirmó.

Dijo que desde entonces las circunstancias para trabajar con sus hermanos haitianos no han cambiado.

JCE REACCIONA

El presidente de la JCE, Luis Arias, rechazó ayer que con la denuncia contra el sacerdote que declaró como dominicanos a 90 haitianos en Mao, ese organismo pretenda desviar la atención pública del caso de las Oficialías del Estado Civil.

Dijo que respeta las declaraciones  que en ese sentido ofreció el obispo de la diócesis de Mao-Montecristi, Tomás Abréu Herrera, pero que la JCE continuará «hasta las últimas consecuencias» las investigaciones que involucran al cura haitiano Vigny Bellerive en la expedición de actas de nacimiento a connacionales suyos.

Agregó que sería imposible «tapar» un caso con el otro, porque ambos están concatenados, y además porque, de hacerlo, el efecto siempre se revertiría sobre la JCE.

«Tambien es ilógico y contraproducente pensar que una institución como la JCE, que tiene que estar apegada a la transparencia y a la verdad, y que nosotros, los jueces, que hemos demostrado con nuestra práctica nuestra vocación de respeto a la Iglesia Católica, procuremos atacar a sacerdotes extranjeros, ni a nadie en particular con nuestra iniciativa de procurar la verdad de los hechos que nos atañen como responsables de las Oficialías del Estado Civil», agregó Arias.

Dijo que como presidente de la JCE va a enfatizar para que todas las investigaciones que lleva a cabo ese organismo en torno a la situación que se da a lo interno de las oficialías, y las irregularidades cometidas por terceros con las declaraciones fraudulentas, sean llevadas hasta las últimas consecuencias y se tomen los correctivos que fueren de lugar.

«Vamos a agotar todos los procedimientos y a poner en ejecución toda nuestra facultad, a los fines de llevar eso adonde tiene que ir, que es el sometimiento a la justicia», concluyó diciendo Arias.

EL NUNCIO CENSURA

El nuncio apostólico Timothy Broglio calioficó ayer como inaceptable y deshonesto que representantes de la Iglesia hayan declarado niños extranjeros (haitianos) como sus hijos, tras afirmar que un sacerdote tiene que ser una persona honesta, que diga la verdad y respete las leyes.

Entiende que si una persona «por motivos buenos hace algo mal hecho no es aceptable, porque nosotros como Iglesia no creemos en que el fin justifica los medios».

«Yo creo que se deben respetar las leyes del país y si hay situaciones sociales tal vez de abuso de derechos humanos, la manera de corregir esta situación no es violar las leyes dominicanas?», precisó.

No obstante, Broglio dijo desconocer a plenitud los hechos resaltados por los medios de comunicación con relación a los sacerdotes Pedro Ruquoi, de nacionalidad belga y el ex párroco de Valverde, Mao, Vigny Bellerive, quienes son investigados por la Junta Central Electoral por haber declarado niños haitianos como dominicanos.

Estimó que si los hechos son como se dice en los medios de comunicación «no pueden ser correctos».  En torno a Bellerive, se estableció que entre el año 1987 y 89 declaró más de 80 niños haitianos como dominicanos, utilizando una documentación falsa.

La irregularidad quedó al descubierto cuando los hoy adolescentes acudieron a la Junta Central de Santiago en busca de sus respectivas cédulas de identidad y electoral.

En tanto que Ruquoi, sacerdote en Barahona, admitió haber adoptado y posteriormente declarado como sus hijos a dos niños haitianos.

Sobre las acusaciones que pesan sobre el padre Ruquoi en el sentido de que golpeó una menor, estimó que serán las autoridades esclesiásticas de Barahona las responsables de presentar un informe al respecto.

«Eso habrá que pedirlo a las autoridades esclesiásticas de Barahona o a su superior religioso, porque eso es algo nuevo para mí y entonces no se si hubo alguna dificultad», precisó en respuesta a la versión de que Ruquoi habría golpeado a una adolescente.

SOBRE FALSOS REGIDORES

En torno al escándalo de los falsos regidores que sacaron pasaportes oficiales, dijo que es una lastima que estas personas hayan ensuciado el nombre de su país.

Empero, reconoció que lo sucedido en la República Dominicana puede ocurrir en cualquier otra nación, tras afirmar que esta situación se puede corregir y el nombre del país quedará bien a nivel internacional.

«Estas cosas se pueden corregir si el gobierno asume una actitud firme y dice que se respetarán las convenciones internacionales, yo creo que el nombre de la República Dominicana quedará bien», indicó.

Broglio habló a los medios de comunicación luego de reunirse con el procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito.

(Con la colaboración de Santiago González, Loyda Peña y Diego Pesqueira)

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