San Francisco de Macorís. El obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís se quejó de que el dinero del erario nacional se lo llevaron unos cuantos, razón por la cual los hospitales no tienen atenciones para los más pobres y no existen más fuentes de trabajo.

Monseñor Fausto Mejía Vallejo entiende que miles de jóvenes necesitan de una mano amiga, ya que el sistema educativo languidece y casi muere. “Hoy tenemos muchos desafíos por delante, vivimos en un país y en una sociedad donde la división y la intolerancia están patentizados”, significó el obispo.

Monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo emitió las consideraciones al pronunciar la homilía en la misa que concluyó el Año de la Fe, en el Centro de Oración Monte Getsemaní, de esta ciudad. Manifestó que “los divorcios avanzan y los hijos quedan a merced del viento, el enriquecimiento y el afán por las cosas y el dinero lleva a muchos a no respetar ni siquiera a su propia familia”. También se quejó de que “hay muchas personas que cada vez están más lejos del Señor y lejos de sí mismos. La inseguridad, la criminalidad, las drogas y la violencia contra la mujer parecen arroparnos”.