PEDERNALES. El obispo de la diócesis de Barahona monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez imploró a la Virgen de La Altagracia que ayude a superar la situación de desastre que hemos padecido, que se manifiesta en tanta miseria y pobreza en los pueblos de la región Suroeste, golpeados además por el flagelo de las drogas.
Felipe Núñez se expresó en esos términos al concluir un encuentro de confraternidad entre haitianos y dominicanos en la parroquia Nuestra Señora de La Altagracia, de esta ciudad, como parte de la celebración de las fiestas patronales, en honor a la madre espiritual del pueblo dominicano.
El prelado ofició una misa con la presencia de feligreses de la comunidad haitiana de Anse-A-Pitre y de este municipio, y resaltó la unidad que existe entre feligreses haitianos y dominicanos de esta región.
Felipe Núñez dijo que el Sur está abatido por las drogas, que llegan por aire, mar y tierra, situación que calificó como muy dolorosa.
En ese sentido, llamó a los jóvenes que se involucran en el mundo de las drogas a hacer conciencia de que ese no es el camino de la realización humana.
Pidió a los jóvenes más conscientes a que ayuden a otros que, por debilidad, falta de amor, apoyo y tanta pobreza, han caído en ese flagelo.
Invitó a las familias y a los que tienen la posibilidad de combatir ese mal, a que se integren a esta lucha.
Pide sabiduría
Monseñor Felipe Núñez, quién ayer cumplió nueve años de pastorado en el Sur, pidió a la Virgen María que le dé sabiduría para superar la pobreza y la miseria a que han estado sumergidos los pueblos de la región.
Dijo que se siente contento en sus nueve años de servicios en el Sur, y compartir, caminar y acompañar a los pueblos de estas cuatro provincias.