POR FIOR GIL
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, monseñor Amancio Escapa, abogó ayer por un reajuste salarial justo “para saciar el hambre de los más desposeídos”, lo cual consideró entre los principales retos  del gobierno.

El prelado citó además la educación, la eliminación de la violencia y los casos de delincuencia, así como la solución a los problemas de los servicios básicos, electricidad y vivienda como algunos de los desafíos que deberán enfrentar las autoridades.

Dijo que la educación es la base fundamental del desarrollo de los pueblos, en tanto que la violencia y la delincuencia atemorizan y coartan la libertad del país, tras recordar que la solución a los problemas de servicios básicos entre los que se incluyen la electricidad y la vivienda son temas de promesas de campaña.

A juicio del obispo, todos tenemos que luchar por hacer una Patria mejor, “libre de odios y rencores, de violencias e injusticias, de hipocresías y falsas promesas; libre de egoísmos e intenciones oscuras de luchas fratricidas y muertes sin sentidos”.

Monseñor Escapa, quien hizo los señalamientos en la homilía que pronunció en el Tedeum celebrado ayer en la Catedral con motivo del Día de la Independencia Nacional, dijo, por otra parte, que durante muchos meses el tema de la reforma constitucional ha sido el pan nuestro de cada día y que ciertamente para que  exista un verdadero Estado de derechos es imprescindible una sabia Constitución, adecuada a los tiempos actuales.

“Al hablar de Reforma, tomando esta palabra en todas su extensión, ¿no sería un buen propósito comenzar por nosotros mismos, por una reforma  personal que nos lleve a un ser más justos, honestos, solidarios, respetuosos de los ajeno, pacífico, defensores de la verdad?”, expresó

A la ceremonia religiosa del canto a la Patria asistieron el presidente Leonel Fernández, el vicepresidente Rafael Alburquerque y sus respectivas esposas, doctoras Margarita Cedeño de Fernández y Martha de Alburquerque. El Tedeum fue cantado por el coro de la Catedral, bajo la dirección del maestro José Delmonte, el padre Lorenzo Varga, concelebrante sirvió de maestro de ceremonia.

Monseñor Amancio Escapa pidió la ayuda de Dios para que ilumine a los dominicanos en este momento “histórico” que estamos viviendo.

Al mismo tiempo solicitó a la población no hacer caso de falsos augurios. “Pongamos de nuestra parte lo que a cada uno le corresponde y una Patria mejor, más justa, más honesta, más solidaria, más fraterna, más de todos y para todos”, agregó.

Concluyó deseando que la virgen María de la Altagracia, “nos lleve de la mano para hacer  lo que Jesús, el maestro, nos diga y que el señor nos dice y quiere es que cada uno cumpla con sus deberes y obligaciones. No podemos ser meros espectadores. Tenemos que ser actores de nuestra historia”.

Al referirse a la celebración de un año más de la independencia, consideró necesario pensar en los de arriba y de abajo, que la Patria necesita. Recordó que la gesta de la independencia fue posible gracias a la capacidad de sacrificio, generosidad y colaboración de todos y que a partir de entonces el deber y compromiso nacional ha sido y es contribuir cada uno con lo mejor de sí a la consolidación, grandeza y esplendor de la patria, logrando como Duarte, que el nombre de la República Dominicana, se pronuncie en todas las naciones con respeto y admiración.

VISITAN AL CARDENAL
Al concluir el Tedeum el presidente Leonel Fernández y el vicepresidente Rafael Alburquerque y sus respectivas esposas, acompañados del nuncio de su santidad, Timothy Broglio y monseñor Amancio Escapa, visitaron al cardenal Nicolás de Jesús López  Rodríguez, quien se encuentra recluido en su residencia en convalecencia tras ser operado de corazón abierto.

Mientras tanto los representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país, los funcionarios y el público que asistió al Tedeum permanecieron en el templo hasta el retorno  del mandatario para saludarle.