Hoy 
Al conmemorarse ayer el Día de los Fieles Difuntos, monseñor Amancio Escapa, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, abogó por una mayor vigilancia en los cementerios, muchos de los cuales han sido convertidos en centros de consumo y distribución de drogas, profanación, prostitución y otras malas artes.
Mientras miles de personas acudieron a los cementerios para rendir homenaje a sus deudos, llevándoles flores, velas y velones, y aprovecharon para limpiar sus tumbas.
Como de costumbre, los obreros que se dedican a la limpieza de tumbas, los vendedores de flores y otros artículos para la ocasión, se quejaron de las bajas ventas y reducción de las contrataciones para higienizar las tumbas.
Respeto. Monseñor Escapa, quien ofició una misa en el Cementerio Puerta del Cielo, en el kilómetro 22 de la autopista Duarte, consideró que hay que eliminar las profanaciones, tras señalar que los cementerios son la última morada de los humanos y, por tanto, merecen respeto.
El obispo de auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo instó a las autoridades municipales y policiales a desplegar una mayor vigilancia en los camposantos, al recordar que en esos lugares descansan nuestros seres queridos.
Ahí está los santos, a los que veneramos, son cuerpos santos, a imagen y semejanza de Dios, tenemos que respetarlos, sostuvo el obispo Amancio Escapa.
Las claves
1. Mejor sociedad
Lo mejor para la población es que todos trabajemos para el bien común, porque de ese modo se construirá una mejor sociedad.
2. Vigilancia
Que los cementerios sean mejor vigilados por las autoridades.
El grito al cielo
Los obreros que limpian las tumbas y los vendedores de flores y otros artículos para la ocasión se quejaron de las bajas en la venta y en las contrataciones para higienizar los lugares donde descansan los muertos.
Fausto de la Rosa, quien tiene un puesto de ventas de flores , velas y velones próximo a la entrada del cementerio Cristo Redentor, expresó que aunque la asistencia al lugar fue masiva, las ventas disminuyeron de manera considerable, lo que atribuyó a la crisis económica que afecta al mundo, de manera especial a la República Dominicana.
Otros que vieron mermados sus ingresos fueron los que limpian las tumbas. De ahí que René Morillo, del cementerio Nacional de la Máximo Gómez, informó que al mediodía de ayer la brigada que dirige no había ganado ni siquiera para el desayuno.
Agustina Carvajal no encontró la tumba de su madre Dulce Esther Carvajal, en la calle 17 del cementerio Cristo Redentor, a pesar de que el año pasado, para la misma fecha, estaba en el lugar con su nombre bien identificable en una cruz.
El síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, no desaprovechó la oportunidad y brindó, a nombre de la institución, agua, ramos de flores y tarjetas alusivas al Día de Difuntos a quienes visitaron los cementerios.
Pie
En el Parque Cementerio Puerta del Cielo se nota la diferencia.
HOY/ JUAN FAÑA
