El obispo de San Francisco de Macorís, monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, afirmó ayer que la iglesia sigue fuerte a pesar de estar sometida a los más feroces ataques.

El líder religioso resaltó que esa fortaleza la reciben del Señor Jesucristo, quien prometió que “las fuerzas infernales no prevalecerán contra ella”.

Manifestó que esa promesa mantiene viva la fe de la iglesia y encendida la llama de la esperanza, que buscan transmitir a otros con actos de amor.

De la Cruz Baldera habló en la eucaristía de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), que da inicio a su 61° Asamblea Plenaria, en la que elegirán sus nuevas autoridades, Comisiones Nacionales de Pastoral y Comisiones Episcopales y Especiales, por un período de tres años.

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La misa votiva celebrada en la Catedral primada de América, en la Ciudad Colonial, en ocasión de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo y ofrecida por el Papa Francisco, fue presidida por monseñor Freddy Bretón Martínez, arzobispo de Santiago de los Caballeros y presidente de la CED.

El obispo Baldera además, recordó a los feligreses el llamado del Papá Francisco, quien pidió salir a encontrarse con las personas en las periferias, en las áreas olvidadas y marginadas de la sociedad.

Explicó que la riqueza de la iglesia radica en su compromiso con aquellos que están al margen de la sociedad y en la apertura para escuchar a hombres y mujeres de buena voluntad.

“Los obispos soñamos con una iglesia que siga teniendo en cuenta a los más pobres, los descartados y valore el esfuerzo de los laicos”, expresó.

Jesús dio ejemplo

El obispo de la Cruz Baldera recordó que ese fue el ejemplo dado por el Señor Jesucristo, quien siempre estuvo con las personas, comunes, sencillas y humildes, sin tomar en cuenta cual fuera su situación social, económica o racial.

Condecoran a doctor Tallal

Al finalizar la eucarística fue condecorado con la Cruz Pro Ecclesiae et Pontífice el doctor Ramón Modesto Tallaj Fermín, por sus contribuciones a la Iglesia Católica en República Dominicana y en los Estados Unidos, a través de su Fundación Dr. Ramón Tallaj.

Al recibir el reconocimiento, Tallaj Fermín manifestó que esa distinción es un orgullo como católico y como médico, ya que entiende la importancia que tanto el Señor Jesús como la iglesia dan al cuidado de los vulnerables: los mayores, los descartados y a los enfermos y desvalidos.

A la eucaristía también asistieron sacerdotes, diáconos, religiosos, laicos y autoridades diplomáticas civiles y militares.