El obispo emérito de Barahona, monseñor Fabio Mamerto Rivas, condenó ayer el auge de la delincuencia y pidió a las autoridades  ser más fuertes  para que no se dejen tumbar el pulso por los delincuentes, pero sin usar balas.

Monseñor Mamerto Rivas también exhortó a  los medios de comunicación a tratar estos temas con prudencia para no dar la impresión en el exterior de que “todos somos una partida de bandidos”.

El prelado católico ofreció estas declaraciones luego de recibir un reconocimiento del Senado, junto al obispo de la citada diócesis, Rafael Leonidas Felipe Núñez, en ocasión del 34 aniversario de esa jurisdicción espiritual.

La bala no. Mamerto Rivas dijo que el combate de los criminales no debe ser en base a las balas porque de esa manera las autoridades actúan como los mismos maleantes.

 Expresó que, al parecer, la conducta de esos “muchachos” es primero vivir y luego filosofar porque ellos aducen que si roban y matan es para comer.

Luego  señalar que “sabemos que no es solamente eso”, el religioso dijo que el aumento de menores en actos delictivos es lamentable porque revela una situación social degradante.

 Rivas y Núñez fueron homenajeados por el Senado en base a una resolución original del senador Eddy Mateo Vásquez (PLD-Barahona).

El documento resalta “la extraordinaria labor pastoral desarrollada durante los últimos 34 años en pro del crecimiento espiritual, la paz  y el bienestar de millares de hombres y mujeres de la región Enriquillo”.

Al acto, celebrado en la biblioteca del Congreso, asistió el nuncio de   su Santidad, monseñor Joseph Wesolowski.