Para sacar al país de la crisis, el obispo de la diócesis Mao-Montecristi, monseñor Tomás Abréu, pidió ayer a los diferentes sectores dejar las apetencias, ambiciones e intereses particulares y asumir la responsabilidad de trabajar unidos en un esfuerzo común por el desarrollo nacional.

El prelado católico hizo el planteamiento al agradecer el reconocimiento del Congreso Nacional en ocasión de sus bodas de plata como obispo de la citada demarcación religiosa.

Monseñor Abréu reclamó la ayuda colectiva hacia los damnificados de la línea Noroeste y otros lugares del país, afectados por los aguaceros recientes.

Dijo que para superar la crisis hay que andar también el espinoso camino del sacrificio y la renuncia de las apetencias personales que no siempre se está dispuesto a recorrer.

«Yo creo que nuestros hijos y nietos merecen que nosotros nos sacrifiquemos hoy», significó monseñor Abréu en los dos actos que el Senado y la Cámara de Diputados le hicieron el reconocimiento.

Manifestó que ningún sector debe cruzarse de brazos ante la problemática nacional y sostuvo que en este esfuerzo histórico deben participar los de arriba y los de abajo.

Tras señalar que la realidad impacta y cuestiona a todos los sectores, monseñor Abréu subrayó que «tenemos que asumir necesariamente este reto para buscar soluciones, porque no podemos quedarnos con los brazos cruzados.»

El prelado católico fue reconocido a través de resoluciones aprobadas a unanimidad por el Senado y la Cámara de Diputados.

Al efecto, ambas cámaras, presididas por el senador Jesús Vásquez Martínez y el diputado Alfredo Pacheco, realizaron sendos actos a media mañana de ayer.

La resolución del Senado fue presentada por los senadores noroestanos César Matías, de Valverde; Celeste Gómez, de Santiago Rodríguez; Bernardo Alemán, de Montecristi, y Mario Torres, de Dajabón.

Al valorar el aporte de monseñor Abréu a los moradores de la Línea Noroeste, Matías dijo que la mayor obra del prelado católico es la lucha por los necesitados y la fortaleza espiritual de su pastoral.

«Doy testimonio de que monseñor Abréu predica con el ejemplo», dijo el legislador perredeísta, quien señaló que desde muy joven viene observando al prelado recorriendo caminos, aupando y participando en todas las acciones en beneficio principalmente de los pobres del Noroeste.

Matías agregó que lo que más falta en el país, que es la solidaridad y la preocupación por los pobres, es lo que monseñor Abréu ha brindado más.

Durante la actividad, el sacerdote José Sinencio Peralta hizo una semblanza del prelado nacido en Jarabacoa y cuyo ejercicio sacerdotal ya casi cumple 50 años.

El texto de la resolución fue leído por el senador Matías y el presidente del Senado, Vásquez Martínez, entregó el documento a monseñor Abréu durante el acto efectuado en la presidencia del hemiciclo, entre las 9:30 y las 10:20 de la mañana.

Acto seguido, el religioso fue objeto de igual reconocimiento de la Cámara de Diputados, cuyo presidente, Pacheco, ponderó también las virtudes de la obra pastoral de monseñor Abréu.

En la actividad estuvieron presentes, entre otros, los senadores Tonty Rutinel Domínguez, de Santo Domingo; Celeste Gómez, de Santiago Rodríguez, Bernardo Alemán, de Montecristi; Germán Castro, de La Altagracia; el ex senador de Valverde doctor Mateo Reyes y el diputado Tabaré Rodríguez.