POR NARCISO PEREZ
MAO, Valverde.- El obispo de la diócesis Mao-Monte Cristi, monseñor Tomás Abreu Herrera, solicitó ayer al gobierno enfrentar con decisión y responsabilidad la presencia de haitianos ilegales en la República Dominicana, por entender que ese problema se ha tornado sumamente difícil. «Esto es así, porque ha habido algunos actos reñidos con las leyes de parte de algunos haitianos, incluso, de muertes y que trajo consigo la preocupación de Hatillo Palma y de esta localidad», expresó el dignatario.
Sostuvo que la situación haitiana en esta región es bastante delicada, especialmente luego de que el fiscal concediera un plazo para desalojar de viviendas alquiladas a emigrantes haitianos ilegales.
«Ya los haitianos no vienen todos a trabajar. Algunos vienen a delinquir, a buscar a como dé lugar bienes, dinero, vehículos y a robar en los campos los frutos agrícolas», subrayó monseñor Abreu Herrera.
Asimismo, el prelado denunció que muchos haitianos se dedican al robo de ganado en coordinación con dominicanos.
«En Haití hay mucha hambre y ahora vienen muchos haitianos que no buscan trabajo, sino la manera de conseguir dinero a cualquier costa», insistió monseñor Abreu Herrera.
Sobre la condena a República Dominicana de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, por no haber entregado dos actas a dos niñas haitianas en Sabana Grande de Boyá, el religioso entiende que la nación no debió dar lugar para la misma.
«Debimos haber resuelto ya ese problema, porque no sólo son esas niñas, es de cientos de miles de dominicanos y nacidos aquí de padres haitianos que no han conseguido sus actas de nacimiento», sostuvo Abreu Herrera.
Reiteró su denuncia de que hay una situación complicada con los haitianos e indicó que los oficiales civiles cobran demasiado y dificultan la entrega de las actas de nacimiento.
Manifestó que en los hospitales se ha querido instalar las oficinas para declarar a los niños recién nacidos, pero que muchos oficiales civiles se oponen.
«Lo que se necesita es que el Gobierno defina una política migratoria y que la ley de Migración, que ya está aprobada entre en vigor», puntualizó monseñor Abreu Herrera.
Negó que en el país exista xenofobia contra los haitianos, aunque sí admitió que hay un antagonismo entre dominicanos y haitianos que viene de muy lejos.
Señaló que los dominicanos tienen frente a los haitianos ciertas diferencias históricas y ancestrales que se han agigantado por los últimos acontecimientos criminales y delictivos.