HIGUEY. El obispo de la diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, llamó a los feligreses católicos a enfrentar los grandes desafíos señalados por la Iglesia en diferentes cartas pastorales.
Entre estos citó la gravedad de los pecados sociales que se manifiestan en el escándalo de la pobreza extrema y la falta de servicios básicos como la educación, salud, alimentación, entre otros.
Igualmente, Peña Rodríguez se refirió a la corrupción administrativa y a los hábitos culturales que desorientan a la juventud, la proliferación de las drogas y los vicios.
Señaló la ruptura entre el evangelio y la cultura, con la consiguiente perdida de los valores de nuestra identidad, así como el secularismo que va permeando los estamentos de la sociedad dominicana y la proliferación de sectas religiosas.
Peña Rodríguez se refirió al olvido o menosprecio del matrimonio con la consecuente amenaza de destrucción de la familia y el aumento del crimen organizado, la violencia, los secuestros, los asesinatos, la violencia intrafamiliar y otros muchos males que hay que enfrentar y denunciar.
En una homilía pronunciada en la mañana de ayer en la basílica de Nuestra Señora de La Altagracia, en ocasión de conmemorarse el 50 aniversario de la erección de la diócesis de Higüey, monseñor Peña Rodríguez indicó que la iglesia tiene el desafío de hacer llegar el mensaje liberador del evangelio.
Declaró que el mensaje debe llegar a todos los ambientes, llevando el evangelio a todos los centros de trabajo, a los hogares, al mundo de la educación, a los jueces, los niños, empresarios, emigrantes, jóvenes y a todas las familias dominicanas.
La solemne eucaristía fue presidida por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, y en la misma estaban monseñor Josef Wesolowski, nuncio apostólico de su Santidad Benedicto XVI; monseñor Ramón Benito de la Rosa Carpio, arzobispo de Santiago de los Caballeros, entre otros.
Además, los monseñores Antonio Camilo González, de La Vega; José Dolores Grullón Estrella, de San Juan de la Maguana; Jesús María de Jesús Moya, de San Francisco de Macorís, Rafael Felipe Núñez, de Barahona; Julio César Corniel Amaro, de Puerto Plata; Francisco Ozoria Acosta, de San Pedro de Macorís; Valentín Reynoso Hidalgo, obispo auxiliar de Santiago; Pablo Cedano, obispo auxiliar del arzobispo de Santo Domingo; y los sacerdotes de la diócesis de La Altagracia.
Al acto religioso también asistieron las civiles y militares autoridades de la provincia.
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Historia
La diócesis de Higüey fue fundada el primero de abril de 1959 y su primer obispo fue monseñor Juan Félix Pepén Solimán, ya fallecido. Lo sucedió monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito (fallecido) y Ramón de la Rosa Carpio, actual arzobispo de Santiago de los Caballeros. La solemne eucaristía fue presidida por el cardenal Nicolás de Jesús Peña Rodríguez, y en la misma estaban presentes monseñor Josef Wesotowski, nuncio apostólico de su Santidad Benedicto XVI; monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio.