Roma. EFE. La Iglesia italiana no está dispuesta a callar ante a los escándalos que afectan a Silvio Berlusconi y exige al primer ministro que dé explicaciones y esclarezca con hechos y no sólo de palabra la situación, ha afirmado el obispo de Lanciano-Ortona, Carlo Ghidelli. El primer ministro no debe ilusionarse con que la Iglesia calle.
La Iglesia no reprocha nada a nadie, pero es evidente que los obispos tenemos una precisa moral que defender, dijo Ghidelli en declaraciones que publicó ayer Corriere della Sera». El prelado hacía referencia a las fiestas organizadas por Berlusconi, a las que acudían jóvenes a las que se pagaba por asistir y en las que algunas de ellas, según las denuncias efectuadas, mantuvieron relaciones sexuales con el jefe de Gobierno.
El obispo señaló que Berlusconi es una persona pública y tiene responsabilidades públicas y por ello tiene el sacrosanto deber de desmentir ante el pueblo las acusaciones, los cotilleos o los chismorreos contra él».