BARAHONA. El obispo de la diócesis de esta provincia, monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez pidió al Gobierno acudir en auxilio de las provincias Independencia y Baoruco, afectadas por la crecida de los lagos Azuei y Enriquillo, cuyas aguas han anegado varias localidades.
El prelado dijo que cientos de tareas y numerosas cabezas de ganado también han sido afectadas por las aguas.
Felipe Núñez declaró que hace unos días hizo un recorrido por ambas provincias, y pudo comprobar la situación desesperante de muchas familias que han perdido sus predios y su ganado.
Indicó que el lago Azuei ha seguido creciendo, y señaló que en las oficinas de Aduanas en Jimaní el agua está a nivel del techo de la edificación.
El obispo manifestó que en esa demarcación hay varias zonas inundadas por este lago.
Monseñor Felipe Núñez indicó que la parte de Boca de Cachón es la más peligrosa, porque es la más habitada de Jimaní, donde el agua pasa de un lado a otro de la carretera.
Si se produce una semana de lluvia, Boca de Cachón va a quedar definitivamente inundada por el lago Enriquillo, dijo el obispo, entrevistado en el programa Impacto Mañanero, de radio Enriquillo.