Hoy 
Monseñor Gregorio Nicanor Peña, obispo de la diócesis de Higüey, aprovechó la celebración del Día de la Altagracia para decirles a los políticos que ha llegado la hora de dejar de lado los discursos agresivos, diatribas, insultos y acusaciones en la campaña electoral.
En su homilía en la Basílica de la Madre Espiritual del Pueblo Dominicano el prelado abogó por una campaña más constructiva, en la que impere la concordia entre las diferentes fuerzas políticas.
Exhortó a los candidatos a la Presidencia y a sus respectivos partidos a formular propuestas de soluciones a problemas nacionales.
Higüey, la Altagracia. El obispo de la diócesis La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña, proclamó ayer aquí que llegó la hora de dejar a un lado en la presente campaña electoral los discursos agresivos, las diatribas, acusaciones y los insultos.
Al pronunciar la homilía en la eucaristía con motivo del Día de la Altagracia, en presencia del presidente Leonel Fernández, su esposa, funcionarios y dirigentes de la oposición, el religioso abogó por una campaña más constructiva en la que impere la concordia entre las distintas fuerzas políticas.
Exhortó a los candidatos presidenciales y a sus respectivos partidos a hacer propuestas de solución a los problemas nacionales que vayan en ayuda de todos los dominicanos, especialmente a favor de los más pobres y necesitados.
Dijo que el espíritu altagraciano debe permanecer vivo en el corazón de los dominicanos en todo momento, pero sobre todo en este año en el que el país está inmerso en una campaña electoral.
Como hijos de María que somos debemos abogar para que impere la concordia y el respeto entre las diferentes fuerzas políticas, dijo el religioso.
Pidió a la Virgen de la Altagracia que ayude al pueblo dominicano a mantener la unidad, el equilibrio y la fraternidad. Concluyó rogando para que la virgen bendiga al pueblo y a los que tienen la responsabilidad de dirigir sus destinos.
Antes. Monseñor Nicanor Peña se había referido a la Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado Dominicano del pasado miércoles, en la que la Iglesia expresa su preocupación y de la humanidad por la crisis económica, financiera, alimentaria y política.
Se refirió a la parte de la carta que analiza la actual situación de crisis, situando su origen en un mal moral que se extiende en el pueblo y el alma nacional que se expresa en violencia, las muertes de mujeres, la corrupción, los bajos salarios y las precariedades de los servicios.
El religioso dijo que María, como figura de la Iglesia, trabajó para la regeneración de los hermanos en Cristo, que por eso la Iglesia la honra con los títulos de abogada, conciliadora, mediadora.
Indicó que la virgen maría tiene una función importante en la Iglesia por su condición de madre y modelo y dijo que la devoción a ella debe llevar hasta su hijo Jesucristo.
Dijo que todo lo que tiene y es María, viene de Dios.
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Menos gente
Contrario a otros años para la fecha, la asistencia de feligreses a la Basílica esta vez fue menor. Aunque el templo estuvo lleno, antes se quedaba un número mayor de personas que no podía entrar.
La fila
Muchos no asisten a la misa, sino que hacen largas filas para imponer sus manos ante la figura de la Virgen y otros van a cumplir promesas, algunas no visibles.
La oposición
Este año el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) estuvo representado por su candidato vicepresidencial, Luis Abinader, su esposa Raquel Arbaje de Abinader, por César Cedeño, Sergio Grullón y su esposa Isabel Mejía.
Los perredeístas no estuvieron sentados en la zona donde estaba el presidente Leonel Fernández, pero al concluir la misa y luego de esperar que concluyeran los saludos al mandatario por parte de los sacerdotes concelebrantes, un miembro del protocolo los invitó a saludar al mandatario.
Luis Abinader estuvo al frente y esperó junto a los demás, que el mandatario pudiera recibirlos y todos se dieron abrazos efusivos.
También estuvieron presentes Amable Aristy Castro y su hija Karina y los diputados Guido Cabrera y Ricardo Sánchez.
Los funcionarios
Este año hubo una mayor presencia de funcionarios en la basílica acompañando al presidente Fernández. Entre ellos estaban los ministros de Educación, Josefina Pimentel; de las Fuerzas Armadas, Joaquín Virgilio Pérez Féliz; de Deportes, Felipe -Jay- Payano; de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa y de Educación Superior, Ligia Amada Melo,
También los jefes de las Fuerza Aérea, del Ejército y de la Policía, el empresario Frank Rainieri, el gobernador de la Basílica, Alejandro Grullón y su esposa, además del procurador Radhamés Jiménez Peña, César Fernández, de la Comisión de Desarrollo Provincial y Luis Sifres, de la Oficina Supervisora de Obras del Estado.
