La Vega. Monseñor Antonio Camilo González, obispo de la diócesis de La Vega, favorece la reconstrucción de las instalaciones que se encuentran en malas condiciones en el complejo deportivo de aquí.

Sostiene, asimismo, que es un error de los gobiernos hacer grandes inversiones en la construcción de obras que después dejan abandonadas.

Durante una entrevista concedida a periodistas de HOY, monseñor Antonio Camilo resalta la importancia del deporte para la convivencia, la salud y la formación integral de los ciudadanos.

“Siempre se ha dicho que los ciudadanos se conocen en la mesa y en el deporte”, dijo el prelado católico.

Recuerda que en su caso particular dio gran respaldo al deporte cuando estuvo en la parroquia San Pablo, en Cristo Rey.

“Preferíamos ver a los jóvenes tirar pelotas, ya sean de béisbol, baloncesto o voleibol, que tirar piedras”, dice monseñor Camilo.

En este sentido, se considera un defensor de la inversión en el deporte.

“Soy del criterio de que los gobiernos deben apoyar el deporte”, agrega.

Cuidar las inversiones. Monseñor Camilo considera un error por parte de los gobiernos invertir cuantiosos recursos en la construcción de instalaciones deportivas, que luego son abandonadas.

“No se le da el debido mantenimiento y luego tienen dos opciones: dejar que esa inversión se pierda o volver a realizar grandes inversiones para su reconstrucción, todo por no haber dado un mantenimiento adecuado”, añade.

Beneficios del deporte. Resaltó que además de los beneficios físicos que proporciona, el deporte también es importante para enseñar a los ciudadanos a trabajar en equipo.

“El deporte nos enseña que para poder alcanzar determinada meta debemos trabajar con otras personas, contar con los demás, que es trabajar en equipo”, expresa.

“Pero el deporte nos enseña a ganar y perder y que cuando se pierde debemos seguir trabajando para mejorar, nos enseña que debemos hacer sacrificios para obtener mejores rendimientos porque habrán otras oportunidades”, expone el obispo.

Dice que el deporte es un elemento de unidad, de paz, de amistad y armonía. “Nos enseña a promover valores morales, espirituales”.

De ahí es que monseñor Antonio Camilo considera al deporte como una escuela formidable, a la cual los gobiernos deben prestar mucha atención y apoyarle.

Obras deterioradas. Los veganos vienen reclamando por muchos años la rehabilitación de las instalaciones en malas condiciones de su complejo deportivo.

Apenas la pista de atletismo y el Palacio de los Deportes Fernando Teruel lucen en buenas condiciones.

La situación es diferente cuando se trata de la piscina olímpica, el multiuso para deportes de combate, voleibol y ajedrez, el estadio de béisbol, entre otros.

“Favorezco que el Estado rehabite las instalaciones en malas condiciones”, agrega monseñor Camilo, quien nació en Salcedo, pero lleva 20 años en La Vega.

Además de sus instalaciones en malas condiciones, los veganos deploran la falta de apoyo para desarrollar sus actividades de parte de autoridades locales, provinciales y nacionales.

La Vega es identificada como la Ciudad Olímpica y en 1990 acogió los Juegos Nacionales, principal evento deportivo del país.