El obispo de la Diócesis de San Pedro de Macorís, monseñor Santiago Rodríguez, dijo que los 400 soldados enviados por Kenia al vecino país de Haití, es muy fundamental, representando una luz en la oscuridad y, que era algo muy esperado para ver posibles soluciones a la problemática que viene aquejando a ese hermana nación.
Entiende que esto realmente es un referente y, de esa manera como iglesia apoyan toda intervención que vayan en procura del bienestar, de la paz y la concordia para ese país.
Rodríguez reiteró que Haití se ha constituido en “tierra de nadie”, por lo que las bandas delictivas se han apoderado de esa nación. “Hay una frase que dice, cuando los buenos no actúan, los malos entonces hacen su trabajo”, apuntó.
Consideró que en hora buena llegan los militares, los que entiende comenzaran a trabajar en procura del orden que todo pueblo, nación, sociedad y comunidad necesitan.
El obispo de la Diócesis de San Pedro de Macorís y Hato Mayor, señaló que ante esta situación se necesita una cabeza, una estructura donde el orden y la ley se impongan por encima de cualquier interés, ya que como iba ese país sabíamos que todos íbamos hacia el precipicio, ya que si ellos tienen problemas, la República Dominicana también.
Monseñor Rodríguez cree que con la llegada de esos militares ha iniciado el proceso de saneamiento de la muy maltratada isla haitiana en torno a lo que ha sido la violencia, el saqueo, secuestro y otros actos delictivos que se vienen originando.
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