El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Jesús Castro Marte, se opuso ayer a la iniciativa de colocar máquinas dispensadoras de condones con el propósito de prevenir las infecciones de transmisión sexual y embarazos en los adolescentes.
El representante católico considera que esa decisión solo provocaría un desenfreno sexual en la sociedad y no resolvería el problema, sino que lo empeoraría.
“Yo entiendo que esto no resolvería el problema porque los preservativos siempre han estado al alcance, de todos en hoteles cabañas y se venden a muy bajo precio sin dar ningún resultado”, manifestó.
Monseñor expresó que el país necesita implementar un programa de educación sexual serio, ya que el país necesita concientizar a los jóvenes sobre las relaciones sanas, en armonía y con madurez dentro del matrimonio.
“La propuesta de la iglesia es que en el país exista una educación sexual sana, bien orientada. Porque no es cierto que la iglesia se opone a la educación sexual, a lo que se opone es a los desórdenes que se están planteando”, sostuvo Castro Marte.
El obispo insistió en que toda la sociedad debe unirse en favor de la educación sexual, porque el uso de los condones no es una solución apropiada para el desenfreno que hay en la sociedad.
Por lo cual el obispo recomienda a las organizaciones que trabajan con la prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual unirse a la educación familiar.
“No tiene sentido ofrecerles los preservativos sin educar a la gente, eso solo desataría un desenfreno en los jóvenes”, indicó.