POR ARIDIO PERDOMO
PUERTO PLATA.- El obispo de la diócesis solicitó del Gobierno la entrega de RD$9.0 millones para la terminación de los trabajos de reparación de la catedral San Felipe Apóstol, la cual fue afectada severamente por el terremoto del 22 de septiembre de 2003.

Monseñor Julio César Cornielle Amaro denunció que el mal estado que presentan las dos torres del principal templo de la diócesis Puerto Plata-Gaspar Hernández representa un «constante peligro para los peatones y feligreses».

El prelado católico dijo confiar en que el director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, ingeniero Félix Bautista, haya incluido en el proyecto de presupuesto del 2006 los recursos que se necesitan para la conclusión de la restauración del templo.

Señaló que los trabajos de reparación de la catedral San Felipe Apóstol se iniciaron poco después de la ocurrencia del sismo, el cual causó daños a viviendas y otras edificaciones, con recursos aportados por el sector privado, pero quedaron inconclusos por no ser suficientes.

El religioso explicó que aunque se avanzó mucho, no se terminó el proceso de aseguramiento de las dos torres, por lo que todavía existe la amenaza latente de que puedan derrumbarse y producir muertes o heridas a personas que se encuentren en sus alrededores.

Monseñor Cornielle Amaro solicitó los fondos para terminar la reparación del templo católico, al comparecer como invitado al programa televisivo «Todo Incluido», que se difunde por el canal 10 del Circuito Musa.

De otro lado, el representante de la Iglesia Católica solicitó una mayor atención a los barrios y las comunidades rurales, cuyas calles y caminos vecinales están en pésimas condiciones, lo que hace difícil el tráfico vehicular por esas vías.

Asimismo, Monseñor Cornielle Amaro reclamó que se repare la entrada Oeste de la ciudad de Puerto Plata, la cual, según dijo, «constituye una vergüenza», y provoca numerosas críticas de todos los que tienen que transitar ese tramo, ubicado en las inmediaciones de la entrada de la comunidad de Loma de la Bestia.

«Yo me siento avergonzado cuando me encuentro con amigos de Santiago, Santo Domingo y otras ciudades que han visitado a Puerto Plata y me dicen: «¿Cuándo es que van a arreglar la entrada de la ciudad». Y no sé qué responder ante esa reclamo que constantemente formulan», expresó.