POR FERNANDO QUIROZ Y VICENTE SOBREVELA
La Iglesia Católica dominicana invitó a la población a que participe de manera masiva en las celebraciones religiosas por el eterno descanso del papa Juan Pablo II, fallecido ayer en Roma, y resaltó que el Santo Padre amó la República Dominicana por ser el primer país que visitó en el inicio de su gira mundial a pocos meses de asumir, en 1979.

De su lado, el gobierno envió al Vaticano un mensaje expresando sus condolencias por el fallecimiento del Santo Padre y decretó un duelo nacional de tres días.

A las 5:00 de la tarde de hoy el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez presidirá en la catedral de Santo Domingo, con la participación de la Conferencia del Episcopado Dominicano, una misa nacional para

encomendar el Papa al Señor.

Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, presidente del Episcopado Dominicano, informó que López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, viajará mañana lunes a Roma para ser la primera presencia oficial de la República Dominicana en los funerales. Permanecerá allá para participar en las actividades que seguirán a la sepultura.

En entrevista a HOY, de la Rosa y Carpio pidió a los dominicanos que sigan orando por el Papa, tal como lo hicieron cuando estaba en sus plenas actividades apostólicas y mientras estuvo enfermo de gravedad.

El papa Juan Pablo II, Karol Wojtyla, murió a los 84 años de edad, de los cuales dedicó casi 27 al pontificado. Sufrió varios quebrantos de salud, que se agravaron en las últimas 72 horas.

Dijo de la Rosa y Carpio que en las diócesis del país cada obispo organizará una misa por el descanso eterno del Santo Padre. El día del sepelio, cuando se fije fecha exacta, celebrarán en el país otra actividad nacional por el Papa, señaló.

En todas las parroquias de la República Dominicana habrá un novenario por el Papa, según la costumbre de la Iglesia.

«El Santo Padre para nosotros, en toda nuestra perspectiva de fe, ha realizado su pascua. Ha pasado de la vida temporal a la vida eterna y es significativo que realice su pascua en la semana en la que todavía estamos celebrando nosotros la pascua de Jesús, paso de su muerte a la vida», dijo de la Rosa y Carpio.

También ve que es muy significativo que su acontecer sea en un día litúrgico tan amado por el Papa en su vida, como es la celebración del Señor de la Misericordia, y recordó la devoción del Papa a la Virgen.

Cree que pese a la partida del Santo Padre hacia la eternidad su memoria, eterna e histórica, seguirá marcando al mundo.

«Los que hemos vivido en este siglo tenemos la dicha de haber conocido a un gran papa, a un gran mensajero de la paz, un papa que ha sido un regalo de Dios para los tiempos modernos de la humanidad», insistió de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago.

«Perdemos su presencia física, pero adquirimos su presencia espiritual. No tendremos ya al gran maestro que nos hablará directamente, pero si sabemos que tendremos un intercesor por nosotros en el cielo», agregó.

Cree que el Papa, que acompañó a la humanidad por más de 25 años, continuará acompañándonos desde su nueva posición en la eternidad. «Gracias a Dios por la vida del Papa y descanse en paz aquel que dio tanto por la humanidad y que anduvo por tantos caminos, que Dios lo acoja en su gloria», pidió monseñor de la Rosa y Carpio.

RECUERDO DOMINICANO

De la Rosa y Carpio dijo que el pueblo dominicano debe recordar la figura del Papa como el hombre que «nos puso» en esa primera plana del mundo al hacer su primera visita. «Lo repetía con mucho gusto, y un servidor fue testigo varias veces de que él decía: Saint Domingo, Saint Domingo, la primera tierra que yo visité»,

El Papa Juan Pablo II realizó tres viajes a la República Dominicana: en 1979, durante el gobierno de Antonio Guzmán; en 1984, en la gestión de Salvador Jorge Blanco, y en 1992, durante el último gobierno de Joaquín Balaguer.

Sus visitas, dijo de la Rosa y Carpio, fueron decisiones personales. «Es decir, el Papa apreció a la isla de Santo Domingo. Nosotros debemos de recordar que él veía en esta isla un signo de toda América Latina, pues siempre hubo mensajes del Papa desde Santo Domingo hacia América Latina».

«El Papa nos amó, y dio un mensaje particular a República Dominicana en su relación de este país con América Latina», agregó.

SIGNO DE AMERICA

Las expresiones amadas para el Papa referirse a República Dominicana eran que esta fue la primera tierra de América que fue evangelizada. «Desde aquí salió la evangelización, el mensaje de la palabra de Dios, y el establecimiento de la Iglesia al resto del continente», insistió.

El Papa decía con mucho cariño, manifestó, que en la isla de Santo Domingo fue donde se rezó el primer Padre Nuestro y la primera Avemaría, y donde se sembró la primera cruz de América.

Dijo que nunca se puede olvidar que la celebración del quinto centenario de la evangelización de América Latina fue en «nuestro santuario» de Nuestro Señora de La Altagracia, desde donde el Papa envío un mensaje a todos los latinoamericanos, particularmente a los campesinos y más pobres.

DUELO NACIONAL

El gobierno dominicano envió ayer un mensaje de condolencias al Vaticano, por el fallecimiento de su santidad el Papa Juan Pablo II, y decretó tres días de duelo nacional.

El mensaje presidencial fue dado a conocer por el vocero de la Presidencia de la República, Roberto Rodríguez Marchena, durante una conferencia de prensa en el salón Orlando Martínez, en el Palacio Nacional.

Los días de duelo nacional se inician hoy domingo, el lunes finalizando el martes.

También se anunció que una comisión designada por el gobierno dominicano, que estaría encabezada por el vicepresidente Rafael Alburquerque o el canciller Carlos Morales Troncoso, e integrado por otros funcionarios, viajarán a Roma, Italia, en las próximas horas para estar presente en los actos fúnebres que se desarrollarán en el Vaticano, aunque los integrantes se la misma serán dados a conocer oficialmente por el gobierno en las próximas horas.

El mensaje del presidente Leonel Fernández al Vaticano ante la muerte del papa Juan Pablo II, indica que la República dominicana se une al dolor que vive el mundo ante la irrecuperable pérdida de un personaje de esta dimensión.

«La humanidad ha sido estremecida con la muerte de un líder mundial de la dimensión de Juan Pablo II», se precisa en el mensaje presidencial.

Expresa que el pontificado fue el mejor ejemplo de pluralidad, apertura, concertación y firmeza en momentos difíciles, y siempre trató de cerrar heridas que afectaron y dividieron la humanidad durante miles de años.

«Juan pablo II deja una huella no sólo en la historia de la iglesia, sino en la de la humanidad que siente hoy con profunda tristeza la ausencia de su mensaje, su consejo y sus posiciones», se precisa en el mensaje del Poder Ejecutivo.