ASUNCION, Paraguay. AP. La Conferencia Episcopal Paraguaya manifestó hoy que la opinión pública considera que algunas autoridades del país estarían involucradas en la narco-política y en la narco-violencia, y la entidad de los obispos católicos advirtió sobre un daño a la moralidad pública.

El organismo eclesiástico emitió una declaración al concluir su asamblea anual, en la que la que apuntó que “posiblemente, según la opinión pública, algunas autoridades políticas hasta podrían estar involucradas en la narco-política y la narco-violencia”.

“El daño a la moralidad pública ha sido evidenciado por el descrédito de las autoridades públicas, por el tráfico de influencias y por el nepotismo”, agregó el comunicado, sin citar nombres ni cargos.

El comunicado también hizo referencia a la economía paraguaya, que se basa en su producción agrícola-ganadera. Es el tercer país con mayor cosecha de soja en América del Sur detrás de Brasil y Argentina y sexto en el mundo.

“El modelo de grandes empresas agro-ganaderas asfixia al país con el monocultivo y el daño al medioambiente. El futuro del país no se sostendrá por mucho tiempo en la explotación irracional del suelo”, criticó.

Los obispos creen que “se está acrecentando la brecha injusta entre los pocos que cada vez tienen más y los muchos que cada vez tienen menos y carecen de lo mínimo requerido para atender las necesidades básicas”.

Al concluir su asamblea, los obispos recibieron al presidente Horacio Cartes a quien le demandaron que no olvide sus promesas electorales, según informó el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Adalberto Martínez.

Martínez, en rueda de prensa, dijo que Cartes les señaló que su gobierno, asumido en agosto pasado, “apunta a luchar contra la pobreza, en general, creando puestos de empleo a través de futuras inversiones del capital extranjero”.

“Nosotros le dijimos que no olvide sus promesas electorales”, apuntó el prelado sobre la audiencia que tuvo lugar en la sede de la conferencia episcopal.

“Para nosotros, su gobierno debería atender prioritariamente a las familias que se encuentran en la pobreza extrema que de acuerdo con resultados del censo nacional de hogares son aproximadamente 150.000”, explicó Martínez.

Paraguay cuenta con una población de 6,5 millones de habitantes de las cuales el 38% es pobre y adentro de a esa franja el 19% es de pobreza extrema.