Los obispos de las diócesis de Mao-Montecristi, Barahona y San Juan reclamaron a los congresistas aprobar la modificación de la Ley 28-01 sobre Incentivos Fronterizos, para que las empresas establecidas en esa zona puedan permanecer y sean instaladas nuevas, para beneficio de las familias que dependen del empleo que ofrecen.
En una carta enviada a la Cámara de Diputados los monseñores Diómedes Espinal, Andrés Romero Cárdenas y José Dolores Grullón expresan que “muy a pesar de la presión de grupos económicos adversos, el Congreso Nacional debe sancionar y aprobar el proyecto”.
Alertaron que miles de empleos están en juego, pues a muchas empresas, al no tener sus incentivos, les conviene más estar cerca de Santo Domingo, y con ello está el peligro de destruir economías de familias humildes y desprotegidas.
“Elevamos nuestros reclamos por el fortalecimiento de los pueblos de nuestra frontera”.
Plantean que la ley dio un impulso empresarial, y motorizó la economía de gran parte del territorio de las siete provincias que integran el circuito fronterizo, en especial las ubicadas en la zona norte.
En la misiva los obispos expresan que cada vez es más necesario que los gobernantes asuman la responsabilidad de velar por la línea fronteriza, que favorezcan a la gente que ahí permanece como centinela protector de la identidad y la territorialidad.
“Por años los fronterizos han reclamado hasta la saciedad mejor suerte para su gente. Consideramos muy poco lo que el Estado ha implementado, ya que vemos muy escasas las oportunidades de avance en la frontera”, plantean los sacerdotes.