HIGÜEY.  El arzobispo de la arquidiócesis de Santiago y el obispo de la diócesis de La Altagracia consideraron que los recientes linchamientos de alegados delincuentes ocurridos en el país son una consecuencia de la debilidad de la justicia, al momento de aplicar la ley.

Sin embargo, los monseñores Ramón Benito de la Rosa y Carpio y Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, se mostraron contrarios a que la gente se haga justicia por sus propias manos, ya que se caería en el desorden, por lo que hicieron un llamado a las autoridades para que restauren la confianza en las leyes y los jueces.

Entrevistados de forma separada, luego de la puesta en circulación del libro Poemas y Narraciones, de la autoría del doctor Ernesto Rivera Cedeño (Duque), en el salón de conferencias del obispado de esta provincia, ambos prelados católicos también se refirieron a los crímenes ocurridos en el país por asuntos ligados al narcotráfico.

De la Rosa y Carpio dijo que tenía la creencia de que esas escenas de pleitos entre narcotraficantes eran propias de los Estados Unidos, que sólo se veían en películas, “pero las estamos viviendo en medio de nosotros, y realmente esta noticia de estas muertes ha golpeado a la nación”.

Señaló que todo el mundo le ha estado dando seguimiento al múltiple asesinato de siete hombres en la comunidad de Ojo de Agua, en Baní, ocurridas a principio de semana, y que las autoridades consideran se trató de un ajuste de cuentas por causa de narcotráfico, “lo que indica que los dominicanos estamos realmente preocupados”.

El arzobispo metropolitano de Santiago dijo que ese hecho no puede pasar inadvertido, y que es también una llamada, no solamente a las autoridades, sino también a la conciencia nacional,  “una llamada a lo peligroso que es ese negocio”. “Es también una llamada a los que están implicados en el negocio de las drogas”, apuntó.

Zoom

Nicanor Peña
Monseñor Peña Rodríguez pidió que las autoridades sean más enérgicas en cuanto a la persecución de las personas que vienen con grandes alijos de drogas al país, “y sobre todo si hay alguna persona dentro de las autoridades que está envuelta en eso, que se le aplica todo el peso de la ley”. Consideró que el hecho de que hubiera tantos extranjeros residiendo en un pueblo, significa que la cosa se está escapando de las manos.