POR MARIO MENDEZ
¿Se han preguntado los diseñadores de políticas económicas si el galopante incremento de los precios internacionales del petróleo obliga a que se haga un replanteo de la reforma tributaria que ha sido presentada al Congreso Nacional?.

Esta pregunta se la están haciendo con mucha seriedad estudiosos de los temas económicos, quienes advierten que el ascenso de los precios internacionales del petróleo a niveles récords están profundizando la recesión de la economía dominicana.

Sólo en el último mes los precios internacionales del petróleo han aumentado en alrededor de siete dólares el barril, ya que ha pasado de alrededor de 38 dólares a cerca de 45 dólares el barril.

En términos de las erogaciones que hace el país por concepto de la factura del petróleo, ese incremento de precios podría significar un aumento del gasto de divisas en combustibles por un monto que podría alcanzar los 350 millones de dólares al año.

Hay quienes temen que una vez se regularice el suministro de combustibles y se restablezca a niveles mínimamente razonables el servicio energético, la gran cantidad de dólares adicionales que habrá que buscar para cubrir la factura petrolera, también podría tener algún impacto sobre el tipo de cambio.

El sustancial incremento en los precios internacionales al petróleo resulta más impresionante si se toma en cuenta que los precios que sirvieron de base para la elaboración del presupuesto correspondiente al presente año oscilaban entre 30 y 33 dólares el barril.

Esta carrera alcista del petróleo tiene un fuerte impacto sobre los precios de los combustibles, que a su vez repercuten en todos los precios internos, provocando un aceleramiento de la inflación.

El resultado es, según se explicó, una profundización de la recesión económica, como resultado de una caída adicional en la demanda agregada.

Se explicó que inicialmente la justificación en que se apoyó la nueva reforma impositiva es la de que se hace necesario enfrentar un déficit generado por los subsidios a la factura eléctrica y al gas.

Se indicó que de utilizarse para esos fines los recursos generados por los nuevos impuestos, estaríamos frente a un gasto externo que succiona liquidez a la economía interna, con un efectivo sobre el nivel de la demanda.

«Los incrementos internacionales del petróleo están teniendo un fuerte impacto fiscal y el sector energético, y aumenta la inflación. La consecuencia es una profundización de la recesión económica», se explicó.

Se planteó que la interrogante que deben hacerse los diseñadores de política económica, ante este comportamiento del mercado petróleo, es la de si la economía dominicana aguanta una reforma tributaria que se apoye en un incremento de las tasas impositivas.

No obstante, se reconoce la necesidad de que se apruebe y ejecute una reforma fiscal, para restablecer el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual es crucial para que el país pueda encontrar una salida a su actual situación económica.

Sin embargo, la pregunta que se hacen algunos es si las autoridades dominicanas y el FMI se estarán dando cuenta de que los incrementos en el precio del petróleo están profundizando la recesión económica del país y que, en consecuencia, la nueva realidad podría aconsejar que se introduzcan cambios en la diseñada reforma tributaria.