Obligación pasaportes EU afectaría turismo

Obligación pasaportes EU afectaría turismo

POR SOILA PANIAGUA
El Consejo Mundial de Viajes y la Secretaría de Turismo advirtieron ayer que el país podría perder unos US$486.3 millones y alrededor del 12.7% de los viajeros estadounidenses, si se aplica la medida que obliga a los ciudadanos de esa nación a adquirir pasaportes antes del 31 de diciembre de 2005.

Según la entidad internacional, esa decisión también eliminaría 50,000 empleos y reduciría significativamente la venta de paquetes de último minuto hacia los polos turísticos dominicanos.

El tema fue analizado en una reunión de ministros de Turismo del Caribe y Centroamérica, que se llevó a cabo en Nueva York, en el marco de la semana caribeña.

 En la actividad, el subsecretario de Turismo para Asuntos Internacionales, Luis Simó, propuso que al país se le dé el mismo trato que a otras naciones del área, a las cuales no se les exigirá pasaporte hasta el 2007.

De acuerdo a Simó, en el encuentro de ministros se trazó como estrategia que el Caribe y las Bermudas deberían recibir el mismo tratamiento que México y Canadá, que tienen el privilegio de que a los ciudadanos norteamericanos no les sean exigidos pasaportes hasta el 31 de diciembre del 2007.

 La organización internacional llamó a los ministros de Relaciones Exteriores para que coordinen acciones con los ministros de turismo, al efecto de lograr esos objetivos.

«Esto significará que a partir del otoño de este año y hasta el primero de enero del 2007, si un ciudadano norteamericano está planeando reservar sus vacaciones y para ello tiene que cruzar la frontera de los Estados Unidos y no tienen pasaporte, es muy probable que  escoja como destino a México o Canadá, debido al costo extra de US$100 que tendrá, además de la molestia de esperarlo”, sostuvo.

Simó explicó que la fecha de diciembre del 2005 favorece a México y Canadá sobre otros países del hemisferio occidental.

Simó justificó, no obstante, al gobierno de los Estados Unidos, porque está en su legítimo derecho de cuidar sus fronteras y demandar el pasaporte, paso que consideró esencial.

«Sin embargo, no compartimos el criterio del Departamento de Estado, en el sentido de que el proceso visualizado en fases dará suficiente tiempo para adaptarse a los cambios a Bermudas, Centroamérica, Sudamérica y los países del Caribe», dijo.

Los pasaportes en los Estados Unidos cuestan US$100, lo cual, según Simó, es un costo significativo para una familia de cuatro personas ó más, que podrían decidir por escoger otro destino que no requiera de ese documento.

El Departamento de Estado considera que  sólo entre un 15% y un 20% de los turistas norteamericanos tiene pasaporte, ya que la mayor parte de estos está acostumbrados a viajar a la región del Caribe con sus licencias de conducir o actas de nacimiento.

«Debido a esa tradición se tiene por seguro que la medida reducirá significativamente el número de visitantes a la región, lo que a su vez tendrá como consecuencia menos vuelos y viajes de cruceros», dijo.

«Estamos convencidos de que la medida reducirá la cantidad de viajes que se deciden a último minuto y, claro, impactará negativamente en el flujo de vuelos, pues muchos de esos vuelos y viajes de cruceros serán cancelados debido a la reducción de pasajeros,» dijo Simó.

Manifestó que las consecuencias económicas no sólo se reflejarán en el Caribe, sino que las líneas aéreas norteamericanas estarán en problemas también, con US$32 billones en pérdidas y con adicionales pérdidas proyectadas por US$5.0 billones en el 2005.

«No hay que ser un genio para darse cuenta que la medida de los pasaportes afectará la cantidad de pasajeros viajando al Caribe, lo que a su vez impactará negativamente a las aerolíneas», sostuvo.

Calculó que la industria aeronáutica  del Caribe también será afectada, como en los casos de BWIA y Air Jamaica, sacudidas ya por problemas financieros y cuya dependencia del mercado emisor norteamericano es muy significativa.

Citó la dependencia del turismo caribeño del mercado norteamericano y las consecuencias económica que tendría en el país, lo que a la vez tendría repercusiones  en la economía norteamericana, porque aumentaría el desempleo, el crimen y tráfico de drogas y una mayor inmigración hacia los Estados Unidos.

Dijo que la Organización de Turismo del Caribe (CTO) sugirió tomar la iniciativa de informar en Estados Unidos a los potenciales viajeros norteamericanos y establecer un plan destinado a coordinar las acciones de los organismos regionales de turismo como la Asociación de Hoteles del Caribe y los gobiernos y las oficinas de turismo de los países de la región en la  nación norteamericana.

Dijo que el objetivo es iniciar una inmediata campaña de información y formación destinada a los agentes de viajes y turoperadores norteamericanos, para que estos, a su vez, eduquen a sus clientes.

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