En el año 2006 la Sociedad Dominicana de Bibliófilos me encargó redactar un estudio de la obra del poeta Franklin Mieses Burgos. En aquella ocasión escribí: “En realidad no me han encargado un trabajo, me han pedido que repita un homenaje, que ya hice en vida del poeta, y que volví hacer frente a su cadáver: siento que cumplo un deber intelectual al exponer –esta vez ordenadamente- el contenido de la poesía de un artista dominicano excepcional. No se ha hecho justicia a la hora de valorar poesía tan hermosa, profunda, responsable, penetrante, novedosa, a la vez que libre y exigente en lo que atañe a las formas”.
“Al pensar en este compromiso con la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, siento que me obligan a realizar lo que más deseo, me fuerzan a cumplir algo para lo cual no necesito coerción. El famoso diálogo de Platón llamado “Critón o el deber”, viene a cuento aquí ¿No es mi deber dar a conocer el aparato de relojería de una poesía simple, que a fuerza de serlo parece complicada? Él me designó poco menos que su albacea literario al entregarme los originales de sus libros, mecanografiados por su propia mano. Pudo haber escogido a otra persona más próxima “generacionalmente”, a alguien que hubiese participado o lo hubiese acompañado en las tareas editoriales de la Revista de la Poesía Sorprendida”.
“Todos aquellos escritores, poetas, críticos, que publicaron textos en la Revista, que colaboraron en las “colecciones especiales”, tenían mucho más méritos, capacidades y conocimientos que yo, al fin y al cabo un joven cuyos únicos haberes eran el entusiasmo y la sensibilidad”. Ahora, vuelve a ser necesario que alguien ayude a los estudiantes dominicanos a forjarse una idea del “contenido” de los versos de este sorprendente y multifacético creador de belleza literaria.
“Franklin Mieses Burgos ha formulado una sugestiva teoría del lenguaje que, por supuesto, no hay que emparejar con las ideas de Ferdinand de Saussure y otros lingüistas. Mieses Burgos es un poeta que atisba o entrevé; no es un científico, un filólogo profesional. Pero esto no impide que tenga intuiciones esenciales en conexión con el lenguaje poético y con la relación entre las palabras y las cosas”.