POR ANSELMO SILVERIO
LA VEGA.- Haitianos que vivían en el Cibao central en comunidades junto con dominicanos fueron obligados a abandonar esos lugares, mientras que otros decidieron irse voluntariamente, luego que se desató una persecución contra estos extranjeros tras el asesinato a machetazos de un negociante y el ataque a tres mujeres dominicanos. Estos crímenes y ataques en Villa Trina, Moca, y Pontón, La Vega, se produjeron el pasado día 5 y fueron atribuidos a siete haitianos.

Mientras, aunque productores agrícolas comenzaron a despachar a los obreros haitianos, otros se resistían alegando que no pueden deshacerse en dos días de los obreros porque no tienen sustitutos a la vista.

Los pequeños productores dijeron que serán afectados por la falta de braceros, porque los haitianos son su principal fuente de mano de obra para más de 200,000 tareas cultivadas de arroz y café.

El pasado martes la Asociación de Madres y la Junta de Vecinos La Encantada de la provincia Espaillat dieron dos días para que los dueños de fincas despidan a los haitianos. La decisión se tomó en una reunión de grupos comunitarios luego de los crímenes que se atribuyeron a los haitianos y el levantamiento de la comunidad contra los extranjeros.

Antonio de la Mota, uno de los empresarios agrícolas, dijo que en dos días no pueden sacar a los haitianos porque se retrasarían las siembras de arroz.

En tanto, dominicanos que viven en Catarey y La Encantada, en Villa Trina, provincia Espaillat, y en Pontón, La Sabana, El Santo Cerro, Arenoso y El Pino, de La Vega, plantearon que no quieren  haitianos por esa  zona y que si permanecen por allí no les garantizan la vida.

Los movimientos contra los haitianos se iniciaron luego que un grupo de haitianos descuartizó al comerciante Apolinar López Rodríguez. En respuesta a ese crimen un grupo de dominicanos asesinó a cuchilladas a un haitiano hasta ayer no identificado.

También, en Pontón, La Vega, tres haitianos que vivían en El Pino atacaron a machetazos a Aleyda Bruno, Luisa Patricia Martínez y Altagracia Abreu. Esta última está internada en el hospital José María Cabral y Báez, de Santiago. Esta última perdió el ojo izquierdo a causa de un machetazo.

En relación a  este caso el coronel Juan Rosario, comandante de la Policía en Villa Trina, dijo que hasta ahora no tiene detenidos con relación al asalto a las tres mujeres.

En El Pino, la señora Inoé López dijo que los haitianos “no se fueron, fue que los hicimos salir de aquí y no queremos ver haitianos por aquí”.

Félix Ventura, residente allí, dijo que también su hijo Kennedy Madrigal fue atacado por un grupo de haitianos que le destruyó un vehículo. Uno de los extranjeros lo encañonó con un arma de fabricación casera de las conocidas como chilena.

Además, Francisco Javier García y Negra Marte, de Pontón, dijeron que están cansados de ser hostigados por los haitianos.