LA PAZ. AFP.  El presidente de Bolivia, Evo Morales, se vio obligado ayer a suspender un acto político debido a violentas protestas que grupos radicales, ligados a organizaciones civiles de derecha, realizaron para impedir su llegada a la ciudad de Sucre, 580 km al sudeste de La Paz.

Los disturbios dejaron decenas de personas heridas con palos y piedras, la mayoría campesinas, y afectadas por inhalaciones de gases lacrimógenos, de acuerdo a reportes confusos de medios locales a falta de información oficial. «Grupos de choque organizados por la Alcaldía (de Sucre), algunos sectores universitarios, activistas agrupados en el Comité (civil) Interinstitucional que se ha convertido en una organización promotora de la violencia,» atizaron los choques, denunció el ministro del Interior, Alfredo Rada. Unas 200 a 250 personas iniciaron la noche del viernes una vigilia en torno a un estadio público para impedir que el presidente Morales hiciera un acto.