Obra de Bernardo Vega narra el papel de Estados Unidos en las elecciones de 1966

Obra de Bernardo Vega narra el papel de Estados Unidos en las elecciones de 1966

POR FERNANDO QUIROZ
El escritor Bernardo Vega narra en su nuevo libro «Como los americanos ayudaron a colocar a Balaguer en el poder en 1966», presentado anoche, la historia de cómo el presidente Lyndon B. Johnson, a pocas horas de iniciada la guerra civil en 1965, y antes del envío de las tropas de ocupación, decidió que Joaquín Balaguer sería el próximo presidente dominicano. 

Cuenta los contactos que sostuvieron funcionarios estadounidenses con el doctor Balaguer, quien estaba exiliado en Nueva York, tras el ajusticiamiento de Trujillo, para convencerlo de que aceptara la Presidencia, pero el político dominicano no aceptó hasta que logró que fuera por vía de elecciones.

Siguiendo las instrucciones de Johnson, el Departamento de Estado, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Buró Federal de Investigación (FBI) y hasta las tropas estadounidenses en Santo Domingo actuaron de manera secreta entre abril de 1965 y junio de 1966 para que la decisión deviniera en realidad.

La obra de Vega, de 305 páginas, (RD$500) está basada en grabaciones de las conversaciones telefónicas del presidente Johnson, en actas de las reuniones al más alto nivel en la Casa Blanca, de reportes de la CIA, diarios inéditos y más de 20 entrevistas.

También, del fruto de investigaciones hechas por el autor en la Biblioteca Lyndon Johnson, de Austin, Texas.

Como embajador en Washington (1997-99), contó, conoció a un alto funcionario durante el gobierno de John Kennedy, el cual viajó a Vietnam e hizo contacto con un funcionario de la CIA, y éste le reveló que antes había estado en Santo Domingo para asegurar que Balaguer ganara las elecciones.

El acto de puesta en circulación se hizo en la Pontificia Universidad Católica de Santo Domingo (PUCMM). La mesa principal estuvo ocupada por el presidente electo Fleonel Fernández; el ex presidente de Colombia, Ernesto Samper; el rector de la PUCMM, Agripino Núñez, y Flavio Darío Espinal, quien presentó el libro.

Asistió al acto una nutrida representación de empresarios, dirigentes políticos, diplomáticos, intelectuales y escritores.

Entre los asistentes estuvo Donald Reid Cabral, quien presidió el triunvirato tras el derrocamiento de Bosch.

«Como esas elecciones tenían que gozar de aceptación internacional, se autorizaron medidas que por un lado estimulaban a Juan Bosch a participar en ellas, pero al mismo tiempo lo atemorizaban lo suficiente como para que desde su regreso al país en septiembre de 1965 no saliera de su casa y limitara su campaña radial a discursos radiales», señala el libro. La revuelta de abril de 1965 buscaba reponer en el gobierno a Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963.

Vega ofrece detalles de cómo Balaguer pasa de un exilio mal visto por Washington, sin visas y con problemas de residencia, entre 1962 y 1964, hasta convertirse en «la solución» a la intervención militar estadounidense de abril de 1965.

El primer capítulo de la obra trata cuando Kennedy pide a Balaguer que abandone el poder en 1962. El apoyo dado por Estados Unidos a Balaguer se reflejó, además del aspecto financiero, a presionar para que se permitiera que las mujeres votaran sin cédula, y mayor promoción en las zonas campesinas donde Balaguer tenía mayor respaldo.

En conversaciones con seguidores, Johnson se preguntaba «Cómo diablos sacar a sus tropas de ese maldito lío». Le respondieron que la «fórmula definitiva» era Balaguer.

SINTESIS JB

Vega cita como un personaje clave en ese proceso a Irving Davidson, lobbista de dictadores, traficante de armas y confidente de la CIA, quien llevó a la Balaguer a su primera visita en el Departamento de Estado.

Como nota jocosa, y lo reseñó Flavio Darío Espinal en la presentación, Balaguer fue a ese encuentro elegantemente vestido con traje crema de chaqueta cruzada, pero se lo había prestado el mismo Davidson, pues en medio de las precariedades del exilio no tenía ropa apropiada para la ocasión.

El 26 de abril de 1965, en la mañana, se produce una conversación entre Johnson y el subsecretario de Estado Thomas Mann, en la que éste le dice al presidente que si «Wessin termina arriba» en la guerra, a quien había que reponer en el poder era a Balaguer, quien salía favorito en encuestas hechas por la CIA .

En medio del proceso con funcionarios estadounidenses, el doctor Balaguer llegó a expresar que no tenía ningún tipo de ambición, y que empezaba a sentir el peso de sus años.

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