Obra de titanes

Obra de titanes

POR FABIO R. HERRERA-MINIÑO
El Presidente Fernández, en su valiente, emotivo y sincero mensaje a la Nación, en ocasión de su investidura como presidente constitucional, puso a vibrar de emoción, no solo a los que lo acompañaron en tan solemne ocasión de la Asamblea Nacional, sino a los millares de televidentes y radioescuchas, que se mantuvieron al tanto del evento, los cuales se sintieron satisfechos, de que la acción de un 57% de los votantes el 16 de mayo, fue la correcta.

El país está sumergido en un marasmo administrativo, financiero y de pérdida de los valores morales. Ahora se necesita de una tarea titánica y perseverante para devolverle el orgullo a los ciudadanos de este país a que se sientan dominicanos y dominicanas, cosa que se había perdido en los pasados cuatro años. La desilusión de la mayoría era tal, que muchos querían emigrar de cualquier forma, para evitar el aniquilamiento económico de las familias.

De ahora en adelante hay una mística de trabajo que ha comenzado a surgir con bríos en estos primeros cinco días del gobierno, en donde los correctivos para frenar al país en su caída por el despeñadero, comienzan a ser de conocimiento de la ciudadanía. Esta ha puesto todas sus esperanzas de que la corrupción no será el objetivo de quienes han llegado a los puestos públicos debido al desprestigio de la administración saliente, que se fue del poder muy envilecida, por los actos descarados del aprovechamiento de las posiciones para amasar sucias fortunas. Esto ha permitido maniobras legislativas muy cuestionables, y dignas tan solo de un país lleno de cretinos, que sería la calificación que podrían recibir por tantos actos cometidos tan descarnadamente sin pensar en sanciones futuras.

Las medidas anunciadas por el presidente Fernández, para enfrentar la crisis financiera y económica, precedida por el anuncio que hizo hace algunos días al identificar a su gabinete de la crisis, revela que tratará de agarrar el toro por los cuernos, de forma que en un tiempo razonable se pueda considerar que se ha frenado la debacle y se comienza el resurgir de las cenizas de los errores económicos cometidos por la administración saliente. Esta puso todos sus huevos en un endeudamiento externo criminal e ineficaz que merecerá muchas auditorías e investigaciones para determinar el destino real de los fondos, si es que alguna vez llegaron al país.

No hay dudas que el presidente Fernández está muy consciente de la enorme tarea que tiene por delante, y así lo expresó con el corazón en la mano. Pero lo más significativo es que no está atemorizado, sino que dio muestras que impondrá un liderazgo, serio y honesto, que le permitirá atraerse a su alrededor a todos los dominicanos que ansiaban contar con un presidente y su equipo de trabajo que sea eficiente y entendedor de la gravedad de la hora. Y es que se necesita de muchos esfuerzos y de un respaldo nacional de forma que los problemas se vayan enfrentando cabalmente y con la lógica de gente que sabe pensar y que conoce de las prioridades de un pueblo que se ha empobrecido, ha visto perder sus fuentes de ingresos y que la inflación lo ha golpeado de mala manera, unido al pésimo servicio energético que parecería camino a enderezarse para ofrecer más energía al país. Este país, en menos de tres meses, ha visto perder su calidad de vida, para retrotraerse a los mediados del siglo XX, cuando todavía el progreso no había hecho su aparición con fuerzas.

La presencia de tantos jefes de Estado del Continente y de la realeza española, proporcionaron un marco de distinción y de apoyo extra isleño para un joven político que se distinguió en su primera gestión como un gran conciliador. Lamentablemente se vio atrapado por algunos de sus compañeros de partido que lo llevaron, en algunos hechos, a aislarse de los demás, y el primer castigo de la población, lo recibió en aquellas elecciones de medio término de 1998. La experiencia, por la selección de su gabinete y de otros funcionarios importantes, revela que se van a rectificar los pasos de manera que consoliden el respaldo que recibieron en las urnas para desplazar a sus principales rivales políticos, que son sus hermanos separados del PRD.

Comienzan una etapa decisiva para la Nación. Dependerá de la madurez y responsabilidad de todos, para que, hombro con hombro, cada uno en su esfera de acción, aportar sus mejores destrezas y capacidades para restaurar el buen nombre del país. Este ha caído en un bajo nivel de credibilidad y nos consideraban como parias económicos, gracias a un endeudamiento alegre, complicidad de las autoridades salientes en la crisis bancaria y relaciones de algunos exfuncionarios con el narco tráfico que fue la preocupación del gobierno norteamericano.

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