Obra de todos

Obra de todos

Acostumbrados a la centralización y el presidencialismo como factor básico en el ejercicio de la autoridad, muchos ciudadanos tienden a suponer que unas pocas voluntades, situadas en lo alto de la pirámide, tienen siempre la posibilidad de decidir aquí, en forma casi absoluta, el destino de mucha gente.

Pero lo más cierto es que el país busca un mejor destino democrático y que lo participativo ha ido in crescendo, como conviene a la democracia, el sistema que vincula ampliamente a los ciudadanos en la toma de decisiones y en el diseño y ejecución de los proyectos nacionales.

Un buen testimonio es el proceso relativamente reciente que ha llevado a diversos sectores económicos, profesionales y comunitarios a brillar con un protagonismo admirable, tratando permanentemente de ejercer, desde fuera del poder, una fuerte influencia para que los que gobiernan hagan las cosas como mejor conviene a la sociedad como un todo, pero sin aplastar los derechos legítimos de particulares.

La interconexión entre lo público y lo privado ha tenido un sano desarrollo aun cuando en los últimos años, el predominio de mayorías mecánicas en el Congreso Nacional generó, a través de la unilateralidad, medidas desacertadas.

En relación al proceso electoral en curso, la ausencia de pluralidad en el momento de conformar instancias para regirlo generó dudas sobre la total independencia del máximo tribunal.

Pero posteriormente la sociedad dominicana logró vincularse de manera significativa y a través de idóneos mecanismos, a la organización de los comicios; la Junta Central Electoral ha accedido, en importantes aspectos de su misión, a una útil vinculación tanto con los partidos políticos en general como con entidades no partidistas decididas a velar por la limpieza de la consulta electoral.

Una expresión representativa de la conveniente coparticipación de sectores externos a la JCE en la preparación de las elecciones está constituida por la Comisión de Seguimiento creada en virtud de un consenso de la sociedad para que, a través del asesoramiento y la observación, se garanticen la imparcialidad y la transparencia.

Otras organizaciones, como Participación Ciudadana, que tantas muestras ha dado de equidistancia respecto de los contendientes de la política, ha estado cumpliendo sin tropiezos tareas de apoyo al proceso, el que todavía deberá superar contratiempos y corregir fallas.

Lo fundamental es que el país tiene suficientes motivos para confiar en que la JCE avanzará hacia lo único que garantizaría la democracia y la paz en el futuro inmediato: elecciones totalmente libres.

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