El alto nivel de contaminación de los ríos Isabela y Ozama está entre los problemas ambientales más graves que tiene el país. Y, probablemente, la solución del mismo había sido la más postergada, a pesar de que hay en gaveta estudios y proyectos de saneamiento, con sus respectivos presupuestos, elaborados por entidades locales y organismos internacionales.
Debido a la magnitud del problema es alentador el anuncio hecho por el síndico del Distrito Nacional Roberto Salcedo, quien compareció el miércoles como invitado al almuerzo del Grupo de Comunicación Corripio. Él afirma que será un hecho el saneamiento de estos dos ríos. La obra ya está en marcha y se realiza con apoyo de cinco empresas comunitarias que han eliminado vertederos en las márgenes del Ozama y el Isabela y que recolectan la basura que generan los barrios de la zona norte de esta demarcación. Reciben del ayuntamiento 20 dólares por cada tonelada de basura recogida.
La parte pendiente es el saneamiento de las cañadas que desembocan en estos ríos y en las que industrias vierten desechos químicos. Se pretende que el saneamiento de estos dos ríos le devuelva su esplendor al puerto de Santo Domingo y al litoral marino en que se encuentra el balneario de Güibia, entre otros beneficios. Apoyemos esa obra.
Que actúe quien tiene que actuar
Se da por hecho que debe haber alguna instancia encargada de hacer valer los derechos de los afiliados al Seguro Familiar de Salud ante las clínicas. La titular de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados a la Seguridad Social (Dida), Nélsida Marmolejos, ha denunciado que muchas clínicas se valen de subterfugios para no brindar a los asegurados servicios a los que tienen pleno derecho.
Ha denunciado, también, que en la mayoría de las clínicas se sigue exigiendo a los usuarios un depósito económico en casos de internamiento de pacientes, y que también se cobra por los servicios de emergencia. Ambas prácticas son ilegales. La directora de la DIDA ha exonerado de responsabilidad a las Administradoras de Riesgos de Salud. Las denuncias están hechas por fuente con suficiente fe pública. Ahora que actúen contra esos abusos quienes tienen la responsabilidad de castigar las malas prácticas.