Obrador reitera en segundo día de Gobierno uso militares

Obrador reitera en segundo día de Gobierno uso militares

El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, saluda a la multitud al concluir la ceremonia en la que asumió el cargo, en la Ciudad de México, el sábado 1 de diciembre de 2018. (AP Foto/Eduardo Verdugo)

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador utilizó su primer día completo en el poder para reiterar su promesa de desplegar a las fuerzas armadas para la seguridad pública, enfrentando así una preocupación crucial: la violencia desenfrenada y el aumento en los homicidios en el país.
En declaraciones el domingo frente a hileras de generales en el Campo Marte, una instalación militar bañada por el sol en uno de los vecindarios más elegantes de la Ciudad de México, el mandatario dijo que la restructuración de las fuerzas armadas es “indispensable» para hacer frente a la difícil tarea de lograr que México sea más seguro.
El plan requiere una reforma constitucional que permitiría que la Infantería de Marina y el Ejército formen una Guardia Nacional para realizar labores policiales en gran parte del país. El mes pasado, la Suprema Corte de México derogó una controversial ley promulgada el año pasado que creó un marco jurídico similar, determinando que la medida era un intento inconstitucional para normalizar el uso de las fuerzas armadas en la seguridad pública.
La arraigada corrupción e ineficiencia entre las fuerzas policiales ha provocado que desde hace años México se apoye fuertemente en las fuerzas armadas para combatir a los cárteles de narcotráfico en algunas partes del país. Sin embargo, tanto los grupos defensores de los derechos humanos como los comandantes militares han expresado su preocupación por esa misión policial ilimitada. Erika Guevara Rosas, la directora para las Américas de Amnistía Internacional, ha descrito la seguridad militarizada como un modelo fallido que ha derivado en violaciones graves a los derechos humanos.
Las esperanzas de que haya un cambio son altas entre los más de 30 millones de mexicanos que votaron por López Obrador en las elecciones del 1 de julio, en las que él obtuvo una victoria por un amplio margen y su partido la mayoría en el Congreso. Al mismo tiempo están aumentando los temores entre sus detractores, quienes consideran que tiene tendencias autoritarias que van en aumento.

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