Obrador trabaja en gobierno paralelo

Obrador trabaja en gobierno paralelo

MEXICO (AP).- El izquierdista Andrés Manuel López Obrador trabaja para crear un gobierno paralelo en un intento por mantener vivo su deseo de dirigir el país que legalmente será encabezado por el presidente electo: su rival conservador Felipe Calderón. 

Para algunos analistas y especialistas, sin embargo, un gobierno paralelo implicaría no sólo un desafío al orden constitucional actual, sino que podría derivar en la configuración de delitos de orden político como la sedición, la rebeldía y el motín.

La creación de ese gobierno, que López Obrador ha dicho sería el «legítimo’’ frente al «espurio’’ de Calderón, está sujeto a la aprobación de sus seguidores en una convención nacional democrática citada para el 16 de septiembre en el corazón de la capital.

Hasta el momento, sin embargo, los colaboradores del izquierdista del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aseguran que todo indica que será avalada su formación.

«En este momento se perfila a eso’’, dijo el viernes el vocero del PRD, Gerardo Fernández, quien incluso refirió cómo estaría organizado.

Refirió que tendría un presidente (muy posiblemente López Obrador), responsables de áreas de gobierno que funcionaría como gabinete presidencial, e incluso una sede.

Desde la plaza capitalina del Zócalo, que se ha vuelto el centro de operaciones de la llamada resistencia civil del izquierdista, Fernández añadió que no se ha pensado en nombrar embajadores en el extranjero, aunque sí habría representantes que «cabildearían’’ a su favor en algunos foros y organismos internacionales.  

   Afirmó que no se trataría de crear una estructura administrativa que, por ejemplo, recaude impuestos, sino sólo un órgano político que buscará ser parte del debate en temas de interés nacional.

   Calderón fue declarado presidente electo el 5 de septiembre por el Tribunal Federal Electoral que desechó los alegatos de fraude e iniquidades en el proceso que hizo López Obrador, y que desde julio lo llevó a encabezar acciones de resistencia civil que se tradujeron en bloqueos permanentes con carpas y campamentos en calles de la ciudad y la plaza del Zócalo.

   El siguiente paso de la resistencia de López Obrador y ya sin posibilidades legales de revertir el triunfo de Calderón, a quien de antemano desconoció como mandatario, ha sido el llamado a la creación del gobierno paralelo que, sin embargo, podría quedarse más en lo simbólico.

   «En los hechos legalmente no podría hacer nada, no tendría ninguna validez jurídica; pero políticamente sería un desafío constitucional’’, comentó a la AP el analista e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Antonio Crespo.

   López Obrador ha invocado el artículo 39 constitucional que señala que en el pueblo reside la soberanía y tiene el derecho de «alterar o modificar la forma de su gobierno’’, para llamar a la creación de su gobierno alterno.

   La Constitución, sin embargo, también señala en su artículo 41 que el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión legalmente constituidos.

   Para el especialista en derecho penal y profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Raúl González, un gobierno paralelo no sólo tendría implicaciones políticas, sino legales, y podrían configurarse delitos del orden político como la sedición, la rebelión y el motín, que implica penas de prisión.

   «En sí mismo, el hecho de que alguien salga y diga yo ahora soy el presidente de México y tengo mi propio gobierno no implica necesariamente un acto delictivo; implica un acto delictivo en la medida que realicen algunas acciones’’, comentó González a la AP.

   Mencionó que algunas de esas acciones podrían ser llamados a la gente a no pagar impuestos o incitar a la violencia, algo que por lo pronto el PRD y López Obrador no ha dado muestras de que haría.

   El izquierdista ha llegado a compararse con el presidente liberal mexicano del siglo XIX, Benito Juárez, con quien Crespo encuentra precisamente un paralelo histórico en su búsqueda de crear un gobierno alterno.

   Juárez encabezó gobiernos paralelos entre las décadas de 1850 y 1860, en medio de enfrentamientos entre liberales y conservadores.

   El vocero del PRD pidió esperar la convención nacional democrática del 16 de septiembre cuando delegados de todo el país decidirán el siguiente paso de la resistencia civil, aunque ratificó que por lo pronto todo indica que aprobarán crear lo que llaman el gobierno «legítimo’’.

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