Por lo menos 15 proyectos de presas en la zona fronteriza se encuentran olvidados, lo que impide que un mejor aprovechamiento de las aguas en esa zona del país que contribuirían a aliviar la pobreza, declaró el ingeniero Hidráulico Gilberto Reynoso.
Entre las obras previstas en la frontera, que ya han sido estudiadas hace años, se encuentran dos hidroeléctricas que generarían 108.3 megavatios.
Detalló que en el caso del río Masacre se hace un uso intensivo de su caudal medio anual de 2.5 metros cúbicos por segundo, pero que las crecidas que hace por lo menos tres veces por año, no se aprovechan porque el proyecto de la presa de Don Miguel y pequeñas presas en Arroyo Capotillo, Jobo Viajaca y Laguna Saladillo han sido tiradas al olvido.
Mientras en el caso del Artibonito, con un caudal medio anual de 63.2 metros cúbicos por segundo, Reynoso explicó que en términos literales no se aprovecha en el país, en Haití si con la presa de Pedigre.
Reynoso señaló que en el Artibonito descarga el río Joca, donde una presa permitiría poner bajo riesgo más de 100 mil tareas, pero ese proyecto también ha sido engavetado.
Igualmente, dijo, se han olvidados los proyectos hidroeléctricos del Corte I y Pedro Santana, Dos Bocas con capacidad instalada de 25.3 y 83 megavatios, respectivamente.
La clave
Pedernales
En el caso del río Pedernales, sus aguas son aprovechadas en un 100% para agricultura y agua potable. Otros con uso máximo son el río Tocino, Macasía y Caña, aunque sólo en caudales bajos porque no hay presas para aprovechar los volúmenes de crecidas. Reynoso cree que deben hacerse esfuerzos por explotar las fuentes de aguas superficiales.