POR CARMEN MATOS
La construcción del Metro de Santo Domingo en la avenida Correa y Cidrón ha convertido en un desafío el regreso a casa para los estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quienes toman esa vía como principal punto de entrada y salida a la academia.
Los educandos que día a día se exponen a los peligros del constante tránsito de maquinarias, áreas bloqueadas, polvo, charcos y lodo que caracterizan los alrededores de la UASD, se quejaron de los problemas de tránsito que las excavaciones provocan en la vía, los cuales les obligan a salir de sus casas con varias horas de antelación y aún así, en muchos casos, provocan su llegada tardía a los diferentes períodos de clases.
Jessica Díaz, estudiante de Medicina, expresó su descontento con las condiciones actuales de la avenida que acostumbra transitar para su regreso a casa debido a que se ve obligada a apearse de las unidades del transporte público lejos de las principales entradas de la universidad y por tanto, caminar a través de los repetitivos charcos y lodo que hay en el área.
También se lamentó que debe salir dos horas antes de su casa para no llegar tarde a clases producto de los desvíos.
Martha Travieso, otra afectada, consideró que a la hora de iniciar las excavaciones del Metro de Santo Domingo en la avenida que rodea parte de la universidad, no se consideraron a los estudiantes de la UASD, ni se plantearon facilidades para que estos accedan a la academia.
Estudiante de Psicología Educativa, Travieso que junto a otras compañeras de estudios hacía malabares para entrar a la universidad cuando fue contactada por reporteros de HOY, se quejó además de los charcos y el lodo que se tornan insoportables luego de lluvias.
Con el Metro se ha dislocado el tránsito en las puertas de entrada y salida a la UASD, coincidió Jael Valerio, estudiante de Arquitectura, y en las horas pico se torna aún más incómodo, dijo.
Opinan los choferes
Choferes de las rutas Duarte-Parque Independencia y Villa Mella-Feria, los cuales transitan por la avenida Correa y Cidrón, dijeron que han visto afectadas sus paradas y puestos de estacionamiento de autobuses, así como un significativo aumento en el tiempo de duración de las rutas.
Manuel Correa, chofer de transporte público, condenó el intermitente cierre y reapertura de los desvíos, que los obliga a dejar a los pasajeros donde se pueda.
Víctor Díaz aseguró que las molestias que atraviesan los pasajeros no es culpa de los conductores, y que las condiciones de las calles y los desvíos también están acabando con los choferes por un gasto mayor de gasoil.