POR GERMAN MARTE
Obras Públicas tiene retenido alrededor de RD$4 millones pertenecientes a la Cruz Roja Dominicana (CRD), y a pesar de los reclamos del organismo de socorro no hay forma de que los entregue, denunció ayer el director general de la entidad, Gustavo Lara.
Se trata de una parte del pago que hacen las personas por la tipificación de la sangre cuando van a sacar sus licencias de conducir.
“Cuando usted va a sacar una licencia la Cruz Roja se encarga de tipificar su sangre, para que en su licencia diga qué tipo de sangre usted tiene, y usted paga un costo por ese servicio que debe ir a la CRD. Resulta que Obras Públicas tiene retenidos fondos sobre tres o cuatro millones de pesos que ya los cobró”, explicó el funcionario durante el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio.
Insistió en que no ha habido forma de que ese dinero llegue a la Cruz Roja, a pesar de que ese dinero es imprescindible para comprar el combustible para las ambulancias que están en los peajes para dar servicio en las carreteras. El atraso tiene más de un año.
Normalmente a Obras Públicas le corresponde una parte del dinero que se cobra por la tipificación sanguínea. El Banco de Reservas también cobra una comisión por manejar el dinero, pero a quien le corresponde el 70% -que es a la Cruz Roja- no le están entregando nada, “el problema es que hay una falta de conciencia”.
LOS EMPRESARIOS
Según Lara, por el peaje de la autopista Seis de Noviembre pasan diariamente más de mil empresarios hacia las empresas ubicadas en la zona industrial de Haina, pero ninguno aporta ni un solo centavo a la Cruz Roja para hacer posible que en el peaje funcione una estación de ese u otro organismo de socorro que eventualmente podrían salvarle la vida, en caso de un accidente.
Adujo que cada empresario va en un vehículo que cuesta hasta dos millones de pesos, pero ni se fija en aquel voluntario de la Cruz Roja que está ahí, que tiene que echarle combustible a la ambulancia, que tiene que comprar medicamentos, que tiene que estar allí durante largas horas. Por eso la CRD está apelando a la conciencia del empresariado dominicano para que patrocine esas unidades ubicadas en los peajes, prestos a dar auxilio a quien lo necesite, manifestó el director ejecutivo del organismo. Lara destacó que al lado de cada sitio de riesgo hay una estación de la Cruz Roja, integrada por voluntarios.
Indicó que en el país hay más de 20 mil voluntarios cuyo trabajo fundamental es trabajar en la prevención 365 días al año.
Junto a Lara participaron en el encuentro la presidenta de la CRD, Ligia Leroux, Julio Capellán, William Sifres y Mery Valerio.
RD$20 MILLONES PARA TODO
El voluntariado de la CRD sólo se mantiene con el apoyo de la comunidad, de las empresas, del Estado, porque la institución apenas recibe un subsidio de poco más RD$20 millones al año, unos dos millones por mes, para todo, incluso para mantener los cuatro Bancos de Sangre regionales más importantes del país.
Con esa asignación, la institución debe cubrir además el costo de mantenimiento y el combustible para más de 200 unidades móviles, incluidas las 70 ambulancias que tiene.
Para dar un ejemplo de la importancia del trabajo voluntario, Lara indicó que la CRD cuenta con 200 vehículos, pero sólo diez choferes reciben salario, los 190 restantes son voluntarios.
El ABUSO DE LOS AYUNTAMIENTOS
Según la ley 34-55 establece que los ayuntamientos tienen que dedicar el 2% de sus presupuestos para un fondo de eventualidades, y de esos recursos, el 25% debe ser entregado a la Cruz Roja para su fortalecimiento, explicó Lara.
“El 0.005% de los ayuntamientos cumple con esa ley. Retienen los fondos y al final de año dicen que no lo pudieron ejecutar para transferirlos a otra cuenta”, manifestó el funcionario. Deploró que los cabildos procedan de este modo, pese a que el poder municipal es el responsable de implementar las políticas de prevención de riesgo, en virtud de que es la unidad básica de la ley.
De nada han valido los ingentes esfuerzos de la CRD para capacitar a los funcionarios de los cabildos, para que los ayuntamientos conozcan la ley, que juegue su rol “y que entiendan que cuando le aportan recursos a la CRD, no se lo están regalando a la capital, sino dotándola de los recursos para que puedan poner en marcha esos planes de capacitación y esas unidades de respuestas”.