Obras Públicas no puede quedarse en el bla, bla, bla

Obras Públicas no puede quedarse en el bla, bla, bla

Cuando apenas ha pasado un mes son muchas las promesas que ya están rotas. Enero se fue, con una triste despedida, y se llevó consigo las intenciones de muchas personas que juraron que al comenzar el año le darían un giro a su vida.

Puede que con el paso de los meses algunos cumplan una parte de las metas que se trazaron. Muchas otras, sin embargo, se quedarán como un presagio de lo que nunca pasará. Y es que, lamentablemente, el incumplimiento parece ser parte vital de nuestra idiosincrasia.

Producto de ello, la mayoría de los proyectos de los gobiernos no pasan de la mera intención o del cacareo inútil que busca convencernos de que algún día algo se hará.

Aunque aún es pronto para decir que eso es lo que está pasando con Obras Públicas (ministerio o secretaría, póngale usted el nombre que prefiera), llama la atención descubrir que a tres semanas del sismo que afectó a la isla tan sólo sabemos que la cartera se “propone” impulsar un protocolo de reglamento y un plan antisísmico pero aún, a pesar de la cantidad de edificios agrietados, no ha comenzado a hacer las evaluaciones pertinentes. Dice que lo hará, eso sí, lo que no sabemos es cuándo.

También es pertinente que aclaren qué van a hacer con las edificaciones de un nivel, ya estas no requieren análisis antisísmicos (desde el año pasado se lo piden a las de tres y cuatro y, a veces, a las de dos). Con este panorama, y ante el peligro de que no hagan nada, tan sólo nos queda estar alertas para que Obras Públicas certifique todas las construcciones.

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