POR JOSE A. ESPINAL
SANTIAGO.- Un obrero aparentemente celoso mató  a palos a su mujer, luego la desnudó, la echó en un saco y la introdujo en una cueva en el vertedero de Rafey, y finalmente él se ahorcó en un árbol del paraje La Mosca del sector Cienfuegos, de aquí.

La muerta fue identificada por sus familiares como Juana Mercedes Infante (Carmelita), de 24 años,  y su cónyuge sólo fue identificado como Miguelino, de 40 unos años.

La tragedia ocurrió la madrugada de ayer, según dijeron vecinos que vieron por última vez a la pareja a las 12:00 de la noche.

El cadáver de Carmelita fue velado en su casa materna en el sector La Gloria, de  Cienfuegos y sepultado ayer en la tarde en el cementerio de El Ingenio. En tanto que el cadáver del homicida-suicida fue llevado a la morgue del hospital José María Cabral y Báez.

Moradores en el paraje La Mosca y del sector Cienfuegos, dijeron que la paraje tenía tres años juntos y discutían  con mucha frecnencia.

La joven asesinada dejó tres hijos menores de edad en la orfandad, pero ninguno era hijo de Miguelito, sino de su primer marido, cuyo nombre no fue revelado. El padrastro de Juana Mercedes Infante, René Cabrera, cree que en este crimen  hubo manos ajenas que intervinieron, por lo que pidió a la Policía investigar a fondo el caso.

“Aunque él era un hombre muy celoso, yo creo que quizás quienes cometieron ese hecho fueron enemigos de Miguelito, porque él tenía muchos problemas con otra gente”, afirmó Cabrera.

Los residentes en  Cienfuegos lamentaron la muerte de la joven Carmelita, a quien calificaron como una muchacha alegre y decente. Del presunto suicida no ofrecieron detalles, alegando que no lo conocían muy bien. Mary Grullón, vecina de la victima, dijo que la pareja peleaba a menudo por razones personales, pero que nunca vio un comportamiento extraño.