Obreros compraron máscaras; no podían respirar en el túnel

Obreros compraron máscaras; no podían respirar en el túnel

Con un rostro más que agradecido y llevando en el cuello un crucifijo, Héctor de Jesús Olivo juró a su familia no volver a trabajar en la limpieza de los túneles de la presa Tavera-Bao y López Angostura, ya que se vio al borde la muerte.

Olivo, quien es uno de los 28 obreros que se intoxicaron cuando limpiaban el túnel de la presa Tavera-Bao y López Angostura, está de nuevo en su casa y asegura que todavía siente temor.

“No se podía respirar dentro del túnel. No, nos dieron máscaras. Nosotros la usamos porque la compramos al principio pero luego no pudimos usarlas porque el mal olor era insoportable y se nos dificultaba respirar. Por eso entrábamos de tres en tres para poder salir y respirar y luego volver a entrar”, afirmó al tiempo de agregar que solo tenían botas y cascos con luces.

 

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