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SANTIAGO. El Sindicato Unido de Trabajadores de la Construcción, de esta ciudad, denunció que en el país el 80% de los obreros de ese sector son haitianos y sólo un 20% es nativos, porque los contratistas prefieren la mano de obra extranjera, que es más barata.
El presidente de la organización, Cirilo Díaz, se expresó habló al encabezar una marcha por diferentes sectores de la ciudad, junto a decenas de obreros, en demanda de mayores oportunidades de empleo.
Los obreros recorrieron diferentes calles del casco urbano hasta llegar el palacio de la gobernación de la provincia, donde gritaban consignas en favor que sean aumentados los salarios y rebajados los precios de la canasta familiar.
En la manifestación, los trabajadores también demandaron rebajas en los precios de los combustibles y de la tarifa de electricidad, entre otros servicios.
Le hacemos el reclamo al Gobierno, porque los ingenieros, que reciben concesiones para hacer obras públicas, les dan mal uso a nuestro trabajo, ya que contratan a extranjeros porque les cobran más barato. Nosotros reclamamos el 80 por ciento de mano de obra dominicana, expresó el dirigente sindical Díaz.
José Tomás Núñez, del Sindicato de Obreros del Esperanza, declaró que la mano de obra inmigrante cobra una cuarta parte de lo que exigen los nativos por un día de trabajo.
A los contratistas no les importa que el trabajo quede mal hecho; lo importante para ellos es que le salga barato. Nosotros cobramos 800 pesos promedio por día, mientras los haitianos, cobran 300 pesos o menos, expresó Núñez.
En tanto, Antonio Rodríguez manifestó que el desempleo es otro grave problema.
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Cumplir resolución
Las organizaciones obreras demandan que se cumpla la resolución 80-20 del Ministerio de Trabajo, la que, según expresaron, establece que el 80% de la mano de obra en el sector construcción debe ser de dominicana
Mano de obra extranjera
Exigen el cese de la mano de obra extranjera y, sobre todo, establecer una tarifa fija en el pago que los contratistas hacen a los obreros, ya que a su entender los patrones pagan salarios de miseria.
