POR GERMAN MARTE
República Dominicana tiene uno de los niveles de mayor seguridad para el ejercicio del periodismo en toda América Latina, afirmó ayer el veterano periodista Juan Bolívar Díaz; sin embargo, subrayó, existen otros riesgos como son la sectarización y politización de los medios y la confusión de roles de algunos periodistas que no saben para quién trabajan.

Mientras que el presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Rafael Molina Morillo, advirtió que aunque el país no enfrenta situaciones tan graves como en Colombia y México, en Santo Domingo los periodistas han enfrentado riesgos provenientes del sector político, del económico, con el silenciamiento de periodistas y medios, o el condicionamiento de medios a intereses empresariales.

Molina Morillo dijo que también “puede haber en gestación otros riesgos que no alcanzamos a ver y que pueden venir del crimen organizado y del narcotráfico”.

De todas maneras, advirtió, los peligros que el periodismo dominicano ha vivido en el pasado reciente pueden repetirse en cualquier momento, por lo que no se puede pensar que ya todo está superado, “en cualquier momento surgen situaciones que lleven a la desesperación a los sectores más negativos y que todo se reflejen en querer silenciar a los periodistas”.

Molina Morillo y Díaz ofrecieron sus declaraciones al participar como panelistas junto a Nuria Piera y Altagracia Ramírez en el Seminario Sobre Riesgos y Etica en el Periodismo organizado por el Centro Para la Libertad de Expresión en la República Dominicana. El evento se desarrolló en la Universidad Católica de Santo Domingo. 

Díaz, director del Telematutino Uno + Uno, sostuvo que hace muchos años que en el país no se presentan situaciones que pongan en riesgo la seguridad individual de los periodistas.

“Yo, por ejemplo, no siento la más mínima inseguridad. Yo me muevo en las calles, salgo a cualquier hora del día o la noche y no necesito tener protección, ni siento que me van a hacer ningún atentado”, expresó Díaz.

Subrayó que en el país hay una política de Estado que no incluye la represión violenta ni la seguridad física de los comunicadores, ni en el actual gobierno ni en el anterior.

En cuanto a la delincuencia común, los casos de atentados contra los comunicadores también han sido excepcionales, como ocurrió con Juan Andújar.

Empero, advirtió, existe el problema de que una alta proporción de comunicadores son asalariados del gobierno central, los ayuntamientos y eso incide en el ejercicio de la expresión.

Otra amenaza potencial, según Juan Bolívar Díaz, es la alta concentración de los medios de comunicación que puede tener incidencia en un momento.

“Afortunadamente no la ha tenido entre otras cosas porque el principal grupo aquí –contradictoriamente a lo que ocurre en otras partes- es el más liberal, que es el Grupo Corripio, que es el más liberal”, expresó Díaz.

Sin embargo, dijo, no deja de ser una preocupación que sean los grandes grupos los que controlen los medios de comunicación.